
Benedicto García, presidente de la Asociación Atlas de Acogimiento y Adopción, ha hablado en el programa En Casa de Herrero de esRadio sobre el notable desplome que ha experimentado la adopción en los últimos años en España. Un fenómeno que, según afirma, responde a múltiples factores de carácter social, legal y político.
Una tendencia a la baja
"Lo suyo es que siga bajando hasta una situación de estabilidad. Ojalá hubiera adopciones cero", ha declarado García, en referencia a los datos actuales que evidencian una clara tendencia a la baja, especialmente desde el año 2023. Su afirmación, que puede resultar llamativa, está basada en la idea de que lo ideal sería que ningún menor necesitara ser adoptado porque todos contaran ya con una familia que pudiera atender sus necesidades.
Dentro del marco de las adopciones, el experto ha hecho una clara distinción entre las adopciones internacionales y las nacionales. En 2004 —hubo un total de 5.541 adopciones internacionales y 1.000 nacionales—, cifras que representaron un pico histórico que se mantuvo relativamente alto hasta el año 2008. Sin embargo, en la actualidad el panorama ha cambiado radicalmente. En 2023, tan solo se registraron 555 adopciones nacionales y 192 internacionales.
Los posibles motivos
Entre los principales motivos que explican esta caída, García señala la dificultad para encontrar familias dispuestas a hacerse cargo de menores con necesidades especiales. Además, destaca que "los países de origen han mejorado sus sistemas de protección", lo cual ha reducido significativamente el número de menores declarados en situación de abandono y, por tanto, adoptables.
García también ha denunciado que en muchas adopciones internacionales "se han cometido bastantes irregularidades, por no decir ilegalidades", aludiendo a la falta de transparencia en algunos procesos. Países como Ucrania, Rusia o Etiopía, según afirma, han protagonizado casos preocupantes. Además, las tensiones geopolíticas han influido en la negativa de ciertos estados a permitir la salida de menores por motivos ideológicos.
¿Cambiar el rumbo?
"Hay que poner el foco en el acogimiento, esos 35.209 menores, solamente 18.000 en acogimiento familiar", ha argumentado, resaltando que durante años la adopción se ha entendido más como una alternativa a la reproducción que como una herramienta de protección a la infancia.
Según datos del Ministerio de Juventud e Infancia, las adopciones han disminuido notablemente: en 2013 se registraron 2.000, mientras que en 2023 apenas alcanzaron las 747. "Todos los menores tienen derecho a una familia y las familias, por mucho deseo que tengamos, no tenemos derecho a tener hijos", ha concluido García.

