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La vida sin sexo: por qué cada vez más personas eligen la abstinencia (y qué pasa cuando el deseo se apaga)

No siempre es represión ni falta de amor. La abstinencia sexual crece como elección consciente… pero no todo son ventajas.

 No siempre es represión ni falta de amor. La abstinencia sexual crece como elección consciente… pero no todo son ventajas.
Pareja dedicándose un tierno gesto de amor en una cita en el campo. | Pixabay/CC/panajiotis

El sexo es algo habitual y común en la sociedad tanto entre parejas serias y ya formadas como sexo esporádico... pero dejar de tener sexo puede darse por muchos motivos. En ocasiones, las personas que no están en una relación tienen dificultades a la hora de encontrar con quien mantener relaciones sexuales. Pero también surgen temporadas sin sexo entre las parejas debido a que la atracción disminuye. Y, en ocasiones, la gente simplemente no quiere tener relaciones sexuales. Pues, ¿qué pasa si se deja de tener las relaciones sexuales durante mucho tiempo?

Hay que tener claro que, en pleno siglo XXI, cada vez hay más personas que practican la abstinencia sexual por decisión propia. Recordemos que la sociedad suele asociar la sexualidad con la idea de éxito, felicidad y madurez, lo que lleva a que quienes eligen la abstinencia sexual sean juzgados como inmaduros, insatisfechos o incluso infelices. Es más, en muchos casos, se asume erróneamente que la abstinencia obedece a una falta de opciones o a alguna forma de represión, perpetuando estigmas y malentendidos. Sin embargo, cada vez son más las personas que reivindican la abstinencia como una opción válida, digna de respeto y completamente independiente del valor o la plenitud de una persona. Pero, ¿por qué se cae en la abstinencia sexual por decisión propia?

Las razones para optar por la abstinencia sexual son muchas y muy variadas. Hay muchos motivos por los que una persona puede decidir conscientemente no compartir esa esfera íntima con los demás pero los más frecuentes son: Personas, sobre todo mujeres, que están desencantadas con las citas y los encuentros sexuales que han tenido, en los que sienten que no están recibiendo el placer o la atención que merecen. También hay personas que han pasado por experiencias sexuales dolorosas, incómodas o traumáticas y que han generado miedo, rechazo o aversión hacia la sexualidad compartida. O personas que encuentran que el sexo a solas es muchísimo más placentero que el compartido.

Pero no solo eso sino que en la actualidad también hay personas que sienten que las citas y los encuentros sexuales les restan el tiempo y la energía necesarias para enfocarse en otros objetivos vitales o en su bienestar físico y emocional. Por supuesto, existen muchas personas preocupadas e inseguras por la apariencia física (el peso, cicatrices, la edad…) y tampoco faltan las que tienen miedo a no cumplir con las expectativas sexuales.

Perfil de la persona que no quiere sexo con otras

Aunque son más las mujeres las que optan por la abstinencia en comparación con los hombres, la realidad es que esta decisión no está vinculada necesariamente a un perfil único de género o edad. Realmente suele responder a la variedad de contextos individuales y a diferentes necesidades según la etapa vital que se esté transitando en ese momento. Si bien, lo más llamativo del asunto es cómo hombres y mujeres experimentan el celibato voluntario.

El motivo es que, habitualmente, las mujeres suelen ver la decisión como empoderadora y satisfactoria porque les permite enfocarse en sí mismas evitando presiones sociales, mientras que los hombres tienden a sentir una mayor insatisfacción e incluso vergüenza. Esto puede deberse a que socialmente, se relacione la actividad sexual con la masculinidad y el éxito.

Pros de la abstinencia sexual

Uno de los principales beneficios de la abstinencia es la prevención de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual (ETS). es evidente que, al no participar en actividades sexuales, el riesgo de estas complicaciones desaparece por completo, proporcionando tranquilidad y seguridad en este aspecto.

En términos emocionales, la abstinencia puede ofrecer tiempo para el autoconocimiento y el desarrollo personal. Al no involucrarse sexualmente, las personas pueden enfocarse en sus metas, intereses y relaciones sin la presión o complicaciones que a veces surgen en el ámbito sexual. Pero no solo eso sino que también puede fortalecer las relaciones interpersonales. En algunos casos, optar por la abstinencia puede ayudar a las parejas a desarrollar una conexión más profunda basada en la comunicación, el respeto mutuo y la confianza, sin depender del componente físico. Pero, ¿por qué eligen las personas la abstinencia?

  • esperar hasta sentirse listas para tener sexo
  • esperar hasta encontrar a la pareja adecuada
  • disfrutar de la compañía de su pareja sin tener que mantener una relación sexual
  • concentrarse en la escuela, el trabajo o sus pasatiempos
  • respetar sus creencias y valores personales, morales o religiosos
  • superar una ruptura amorosa
  • superar la muerte de una pareja
  • seguir las recomendaciones del doctor durante una enfermedad, una infección o un procedimiento médico, o después de estos

Contras de la abstinencia sexual

Por otro lado, la abstinencia puede tener desafíos emocionales y psicológicos. Algunas personas pueden experimentar frustración, soledad o insatisfacción si sienten que esta decisión no está alineada con sus deseos o necesidades. Además, si se vive dentro de una relación de pareja, la abstinencia prolongada puede generar tensiones si ambos no están de acuerdo con la decisión o si la comunicación no es adecuada. Esto podría llevar a malentendidos o incluso afectar la intimidad emocional.

Desde una perspectiva física, la abstinencia también implica la falta de los beneficios asociados con el sexo, como la liberación de endorfinas y la reducción del estrés. Para algunas personas, esto podría contribuir a un menor bienestar general. Además, no hay que olvidar que algunas personas equiparan tener vida sexual con tener valía personal. Aunque no es así, pueden sentirse más ansiosas o deprimidas si pasan un largo período de tiempo sin tener relaciones sexuales.

Pero también hay que recordar que el tener relaciones sexuales libera la hormona oxitocina y endorfinas en el cuerpo. Estos neuroquímicos pueden ayudar a gestionar los niveles de ansiedad o de estrés. La oxitocina tiene el beneficio adicional de ayudar a dormir. Incluso puede tenerse un sistema inmunitario más débil. Recordemos que un estudio del año 2004 reveló que las personas con una vida sexual más activa producen niveles "significativamente superiores" de inmunoglobulina A, el principal anticuerpo presente en las secreciones de las mucosas del cuerpo, como la saliva, las lágrimas y las producidas por el aparato respiratorio y gastrointestinal.

Y no solo eso sino que la abstinencia hace que se produzcan menos neuronas nuevas ya que la experiencia sexual repetida puede estimular la neurogénesis en adultos y restaurar la función cognitiva. Por ello, los expertos recomiendan la gimnasia mental para mantener joven el cerebro. Consiste en realizar ejercicios mentales, escribir a mano, tratar de recordar, leer y realizar actividad física. Pues bien, el sexo también puede formar parte de esas actividades que previenen o retrasan la aparición de problemas como la demencia y el Alzheimer.

Por supuesto, el hecho de pasar mucho tiempo sin tener relaciones sexuales de ningún tipo también afecta al deseo sexual. Tanto es así que cuantas más relaciones sexuales se tengan más ganas se tendrá de ellas. Aunque no hay que olvidar que el deseo sexual es una necesidad de la especie y no del individuo. Podría decirse que es como en un círculo vicioso, la falta de sexo no hace que el cuerpo dé señales de que lo necesita, sino que el deseo se va apagando hasta desaparecer. Es decir, la libido se canaliza en otras actividades y el deseo sexual se inhibe.

Y, no solo a nivel físico sino que la relación de pareja se puede ver resentida si hay un largo periodo de abstinencia sexual. El motivo es que, para muchas parejas, tener relaciones sexuales con frecuencia es una manera importante de mantener el vínculo. Las relaciones sexuales frecuentes también suelen abrir la puerta a una mejor comunicación. Generalmente, las parejas que tienen relaciones sexuales más a menudo se sienten emocionalmente unidas y conectadas en comparación con las que lo hacen con menor frecuencia. Por ello, cuando se abandona el sexo, la relación con su pareja se hace estresante y dejan de sentirse conectados.

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