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Dormir con la tele encendida: el hábito que altera el sueño y el metabolismo

Varios estudios han relacionado la exposición a las pantallas con un aumento de la frecuencia cardíaca y con un posible aumento de peso.

Varios estudios han relacionado la exposición a las pantallas con un aumento de la frecuencia cardíaca y con un posible aumento de peso.
La exposición a la luz de las pantallas durante la noche puede ser muy perjudicial | Unsplash/Anastasiia Nelen

En la actualidad, los aparatos electrónicos forman parte del día a día de un porcentaje muy alto de la sociedad. Estos pueden ser muy útiles como método para informarse, comunicarse o simplemente entretenerse. De hecho, muchas personas no dejan de utilizarlos hasta el mismo momento en el que se quedan dormidos, siendo bastante común el pernoctar de manera involuntaria mientras se tiene al lado un aparato encendido, como una televisión o un ordenador.

Numerosos investigadores del sueño han comentado las desventajas que estas costumbres pueden suponer. Por ejemplo, Celia García Malo, neuróloga experta en este ámbito, comentó a Libertad Digital que exponerse a estos potentes estímulos antes de dormir puede perjudicar la fabricación de melatonina, la hormona que regula el sueño. En este sentido, a nivel científico se ha demostrado que los efectos de las pantallas, además de complicar la conciliación del sueño, pueden ser muy negativos incluso después de quedarse dormido.

Las negativas consecuencias de la exposición a la luz

Esta hipótesis fue tratada en un estudio realizado por seis investigadores del Departamento de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, que fue publicado el 14 de marzo del año 2022, precisamente el Día Mundial del Sueño.

El experimento en el que se basó la investigación trataba de monitorizar el sueño de 20 personas sanas entre los 18 y los 40 años, mientras eran expuestas a condiciones lumínicas de diferente intensidad. Cuando los participantes eran expuestos a una contaminación lumínica mayor mientras dormían, de 100 luxes, se detectó rápidamente una interferencia en la producción de melatonina. Sin embargo, también se recabó otra conclusión que puede resultar muy sorprendente.

Estas personas también experimentaron un aumento de la frecuencia cardíaca y una sensación de resistencia a la insulina durante la mañana siguiente, al contrario que las personas que habían dormido con una iluminación óptima. Es decir, su cuerpo no lograba una absorción eficiente de la glucosa, lo que deriva en un aumento de los niveles de azúcar en sangre.

La relación con el aumento de peso

Esta disrupción en la función metabólica también se ve reflejada en un estudio que el Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) publicó en el año 2019. Los investigadores tomaron como objeto a más de 43.000 mujeres de entre 35 y 74 años, a quienes preguntaron si dormían con algún tipo de luz encendida en la habitación, como por ejemplo una televisión. A estas mujeres se les midió su estatura, su peso, su índice de masa corporal y su cintura y cadera y, pasados más de cinco años, los científicos registraron de nuevo sus medidas.

Los resultados mostraron que las mujeres que dormían con la luz o la televisión encendida tenían un 17% más de probabilidades de haber aumentado su peso hasta en 11 libras (prácticamente cinco kilogramos). Por otro lado, las mujeres que dormían sin ningún tipo de luz en la habitación no registraron variaciones significativas en su peso.

Evidentemente, otros factores podrían haber influido en estos aumentos de peso, pero los investigadores consideraron el dormir con la televisión encendida como muestra de un estilo de vida sedentario: "Las dietas poco saludables y altas en calorías y los comportamientos sedentarios han sido los factores más comúnmente citados para explicar el aumento continuo de la obesidad", afirmó el doctor Yong-Moon Mark, investigador del NIH.

Dada la creciente dependencia que la mayoría de las personas tienen de los aparatos electrónicos, puede resultar imposible el pensar irse a dormir sin antes ver una serie o echar una ojeada a las redes sociales. No obstante, un acto tan sencillo como pulsar el botón de "apagar" justo antes de dormirse podría ahorrar muchos problemas.

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