Como muchas personas ya saben, las abejas son un insecto cuya principal función resulta absolutamente clave para el desarrollo de la vida humana. Mediante la polinización, permiten que los óvulos de las flores germinen y sean fecundados, logrando así su proceso de reproducción. Sin este procedimiento, no existiría la producción de frutas, verduras, semillas y otras plantas, lo que provocaría una crisis alimentaria a nivel mundial. Por otro lado, además de este factor absolutamente determinante, las abejas son unos insectos realmente interesantes y que, pese a su pequeño tamaño, esconden grandes curiosidades.
Reproducción y muerte de las abejas
En primer lugar, existen varias de ellas en relación con su vida. Por ejemplo, en cuanto a su proceso de reproducción, la abeja reina es la única en toda la colmena que tiene esta capacidad. Por eso son una parte tan importante de la colmena, ya que, sin ella, sería inviable la supervivencia de la colonia.
Por otro lado, a diferencia de las avispas, algunas de las especies de abejas mueren al picar a un ser humano. Esto se debe a que, cuando lo hacen, el aguijón se introduce de manera profunda en la piel, de manera que cuando intentan retirarlo, arrancan parte de su abdomen, provocando su muerte en cuestión de minutos. En este sentido, cabe destacar que, al igual que sucede con los mosquitos, solamente las abejas hembra tienen la capacidad de picar.
Además de realizar el proceso de polinización, otro aspecto de las abejas positivo para el ser humano es que son el único animal del planeta que produce alimentos comestibles para la especie. El hombre puede digerir la miel, creada por las abejas a partir del néctar que recolectan y también la jalea real, que es una sustancia producida directamente por el propio insecto. De hecho, ambos alimentos aportan ventajas nutritivas y ayudan al fortalecimiento del sistema inmunológico.
Un insecto de cinco ojos
Otro dato curioso es que las abejas tienen en total cinco ojos, divididos en dos tipos diferentes. Los dos más grandes se conocen como ojos compuestos y se sitúan a ambos lados de la cabeza. Cada uno de ellos consiste en una pequeña lente de forma hexagonal cubierta de sedas que permiten al insecto percibir los flujos de aire.
Por otro lado, en la parte superior de la cabeza tienen los otros tres ojos, llamados ocelos. Estos no tienen la capacidad de formar una imagen nítida, pero se encargan de medir la luz, informando sobre posibles incrementos o disminuciones. Esto les resulta muy útil cuando están volando, ya que les indica de manera aproximada el tiempo que queda hasta que anochezca.
Las danzas de abeja
Uno de sus aspectos más interesantes son los diferentes movimientos que utilizan para expresarse. Por ejemplo, las abejas obreras se comunican entre ellas realizando una danza. Mediante dos tipos diferentes de vuelo, circulares o en forma de "8", dependiendo de la distancia, indican al resto de abejas dónde se encuentra una fuente de polen.
Además, también utilizan otra técnica conocida como las "ondas de abejas", que consisten en una agitación en sincronía en la que levantan sus abdómenes y los mueven formando ondas, lo que genera un efecto visual en la colmena que tiene funciones defensivas, ya que ahuyenta a posibles depredadores. Cabe agregar que este comportamiento lo realizan solamente ciertas especies de abejas gigantes.
Las "ondas de abejas" son un comportamiento defensivo de abejas gigantes, donde las abejas levantan sus abdómenes en sincronía, creando un efecto visual ondulante.
Este fenómeno confunde o asusta a depredadores como los avispones gigantes.
— Informa Cosmos (@InformaCosmos) March 23, 2025
Abejas matemáticas
Por último, resulta muy interesante los conocimientos matemáticos que demuestran las abejas a la hora de construir sus panales, creados a partir de la cera que genera el propio insecto desde su abdomen.
A nivel geométrico, la esfera es la forma que puede contener un mayor volumen mientras abarca un espacio pequeño y las abejas son conscientes de ello. Por lo tanto, crean el panal formando círculos que, para evitar dejar espacios innecesarios entre ellos, se transforman en hexágonos. De esta forma, las abejas logran formar una estructura fuerte y firme al mismo tiempo que ahorran espacio y no desperdician cera.