La belleza de las margaritas, conocidas como Bellis Perennis en el campo científico, son a menudo la decoración perfecta del jardín de casa. Esta flor, conocida por la mayoría por haber jugado de niños con ellas, crece de forma natural y son bastante resistentes, pero lo que mucha gente no sabe es que esta planta tan habitual es una señal de alarma sobre el estado de la tierra.
Las margaritas son flores muy bonitas, pero que crezcan de forma masiva indica que el suelo no está en el mejor estado, ya que esta planta aparece en ambientes hostiles, cuando la tierra sufre de falta de nutrientes o el pH es excesivamente ácido para otras especies. Esto se debe a la gran capacidad que ha desarrollado para adaptarse a cualquier tipo de entorno.
¿Qué genera el deterioro del jardín?
Existen múltiples factores que pueden alterar el buen estado de la tierra, como por ejemplo el clima o las plagas, pero muchas veces un cuidado erróneo puede ser el motivo principal del deterioro del jardín. Una de las prácticas más comunes es cortar el césped demasiado a menudo, es entendible querer mantener el crecimiento de la hierba a raya, pero si esta no crece un mínimo puede terminar debilitándose.
El riego excesivo también es un problema, ya que puede generar dificultades en la absorción de nutrientes o incluso ahogar las raíces. El uso de fertilizantes químicos también es uno de los principales inconvenientes, ya que puede desequilibrar el pH de la tierra provocando que se vuelva demasiado ácido.
Cómo cuidar el jardín
La aparición de esta popular flor no es el fin del buen estado del jardín, dado que hay muchas formas de frenar el deterioro.
- Nutrientes: el estiércol o el compost son una buena alternativa ante los fertilizantes químicos y pueden aportar elementos esenciales para la tierra.
- El pH: el suelo demasiado ácido no permite que muchas especies broten y delimita el crecimiento de la hierba, para corregir el estado de la tierra se puede esparcir ceniza de madera.
- Fomentar la biodiversidad: plantar varios tipos de plantas puede reducir la invasiva extensión de las margaritas. Además, la coexistencia de especies puede ser beneficiosa para la autorregulación del sustrato.
- Oxigenar la tierra: remover el suelo y añadir horquillas para abrir canales puede mejorar el estado del suelo, ya que absorberá de forma más fácil el oxígeno y el agua.
Las margaritas pueden ser una advertencia de la naturaleza sobre el estado de la tierra, pero no quiere decir que se deban erradicar de los jardines. Estas pueden sustituir el césped cuando la hierba no crece y si se regula el crecimiento pueden adornar el jardín.