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Los beneficiones de comer despacio: mejora la digestión y reduce el estrés

Comer despacio adelgaza, pero también cuida la salud en general. Comer con el tiempo justo y de pie es lo peor, ¿Beneficios de comer lento?

Comer despacio adelgaza, pero también cuida la salud en general. Comer con el tiempo justo y de pie es lo peor, ¿Beneficios de comer lento?
Comer despacio podría mejorar tu digestión | Unsplash/Louis Hansel

Cuando uno está muy estresado con el trabajo o los estudios, en ocasiones, come deprisa y corriendo lo primero que pilla y de pie porque no tiene tiempo que perder. No obstante, comer despacio y sin prisas es muy saludable para el organismo, y es una práctica que no todos aplican en su día a día. Las prisas, el disponer de poco tiempo para el almuerzo o, incluso, llegar a casa con mucha hambre hacen que, al final, uno termine el plato en un segundo. Pero es importante tener en cuenta que masticar rápidamente los alimentos provoca no solo malas digestiones, sino que se aumente de peso e, incluso, que no se absorban correctamente los nutrientes.

No obstante, como sociedad se habla mucho de qué introducir en la alimentación; de aquellos alimentos que tienen que estar presentes en una dieta equilibrada pero se presta menos atención a cómo se comen. Si se come rápido o despacio, de pie o sentado o por puro trámite para continuar con todos los quehaceres. Es un punto a observar ya que devorar la comida, con prisas y en piloto automático puede generar sensaciones incómodas, como vientre hinchado, gases, estreñimiento, aumento de peso o problemas digestivos más complejos. Además, hay que tener en cuenta que el sistema digestivo necesita de 15 a 20 minutos para ponerse en marcha y funcionar correctamente, para entender que está lleno y enviar la señal de saciedad al cerebro. Por ello, tomarse el tiempo necesario para comer, siendo conscientes de cada bocado y de masticar bien, aporta más beneficios que si no se hace así.

Consejos para comer despacio

  • Elegir un lugar tranquilo y confortable que induzca a comer con más calma.
  • Prestar atención a cada bocado. Reconocer el primer contacto del alimento en el interior de la boca y saborear, captando todos los matices de cada bocado.
  • Una buena digestión empieza masticando, por lo que es importante que cada bocado dure entre 10 y 20 segundos.
  • Utilizar ingredientes de consistencia dura, requieren más trabajo masticarlos y ralentizan la comida.
  • Utilizar cubiertos, aunque el plato no lo requiera, ya que ayudan a comer despacio.
  • Reconocer también el acto de deglutir. Bocados pequeños y cómodos para facilitar la digestión al estómago.
  • Evitar distracciones como el móvil o un libro mientras se come, tampoco es aconsejable comer mientras se trabaja, ya que se comerá más rápido.
  • Las comidas deben duran entorno a los 20 minutos, es el momento que tarda en llegar la sensación de saciedad al cerebro.
  • Beber agua entre un bocado y otro.

Beneficios de comer despacio

Uno de los principales beneficios de comer despacio es la mejora en la digestión. El motivo es que, cuando se come rápidamente, se tiende a ingerir aire junto con los alimentos, lo que puede causar indigestión y malestar, además, los alimentos no se mastican completamente, lo que significa que el proceso digestivo, que comienza en la boca, no se realiza de manera óptima. Hay que destacar que comer lentamente permite una mejor trituración de los alimentos y una mezcla más efectiva con la saliva, facilitando así su posterior procesamiento en el estómago y el intestino. Por ello, se digerirán los alimentos más fácil y rápido, porque el estómago recibirá la comida más triturada y tendrá menos trabajo que hacer. Al digerir más rápido, se sentirá menos hambre a lo largo del día, porque el cuerpo podrá utilizar el alimento que ya se ha digerido.

Se dirá adiós al reflujo. Cuando la comida es excesiva, los jugos gástricos y el gas se acumulan en el tubo digestivo, como consecuencia, aumenta la presión en el estómago, porque la comida no puede continuar su curso normal. A su vez, el estómago no dejará salir la comida de su interior si no ha completado la digestión. Cuando la presión en el interior del estómago aumenta, la comida busca una vía de escape y aparece un reflujo hacia el esófago, que es el conducto por donde la comida llega al estómago.

Por este motivo, desgraciadamente, el contenido gástrico es demasiado ácido para el esófago y se produce una sensación de ardor en la entrada del estómago. Ayuda a sentir más saciedad, por lo que se comerá menos cantidad. La saciedad comienza a presentarse a los 20 minutos de empezar a "digerir" los alimentos. Si, debido a la prisa, solo se tardan 5 minutos en comer, nunca se sentirá saciedad y uno estará siempre hambriento. Pero se tiende a pensar que, si se tiene hambre, es porque se ha comido poca cantidad.

Por el contrario, al comer más despacio, se ingiere menos cantidad, porque la saciedad aparece antes que si se come rápido. Además, la sensación de plenitud al comer con calma persistirá más tiempo.

No habrá sensación de hinchazón. Hay que destacar que, durante las comidas es normal tragar algo de aire, pero, cuando se come rápido, esa cantidad de aire se multiplica. Cuando la comida permanece sin digerir en el tubo digestivo se producen putrefacciones, esta situación conlleva un desequilibrio en la flora bacteriana intestinal. De este modo, proliferan el tipo de bacterias que provocan las putrefacciones y producen un gas maloliente que hará sentir incómodo. En cambio, las bacterias beneficiosas al estar en menor cantidad no aportarán ningún beneficio a la salud.

No habrá sensación de somnolencia tras la comida. Las capacidades intelectuales se ven mermadas cuando el cerebro no dispone de un buen aporte de oxígeno, el resultado es la somnolencia y un mayor consumo de café o bebidas con cafeína. Si se apuesta por comer despacio, tras una buena digestión, se trabajará toda la tarde a pleno rendimiento.

Otro beneficio relevante es la mejora en la absorción y aprovechamiento de nutrientes. Al masticar bien los alimentos, se facilita la liberación y absorción de nutrientes esenciales, lo que permite que el cuerpo los utilice de manera más eficiente para sus diversas funciones biológicas. Comer despacio también contribuye a un mejor control del peso. El cerebro tarda aproximadamente 20 minutos en recibir la señal de saciedad del estómago. Por lo tanto, al ralentizar el ritmo de la comida, se da tiempo suficiente para que el mensaje de estar lleno llegue al cerebro, evitando así el consumo excesivo de alimentos.

Desde el punto de vista psicológico, comer despacio y de manera consciente puede aumentar el disfrute de la comida. El motivo es que permite apreciar mejor los sabores, texturas y aromas de los alimentos, convirtiendo cada comida en una experiencia más placentera y satisfactoria. Además, este enfoque puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad asociados con las comidas, promoviendo una relación más saludable con la alimentación. Y, además, se mejorará la relación con la comida. La comida dejará de ser una interrupción molesta en la jornada laboral, para convertirse en un momento de descanso. Hay que empezar a comer despacio, uno se sentirá llena de energía y sabrá que la comida se ha convertido en aliado. Se dejará de pensar en términos negativos en lo referente a comer y, además se verá que se controla mejor el peso, que se come menos, no se pasa hambre y que muchas molestias desaparecen.

Consecuencias de comer deprisa

  • No se deja tiempo suficiente para que las señales de saciedad del sistema digestivo le digan al cerebro que ya está saciado. Estas señales requieren al menos de veinte minutos desde que se empieza a comer.
  • Comer de manera pausada, ayuda a sentirse más satisfechos, que no es lo mismo que sentirnos simplemente "llenos".
  • Además, comer despacio favorece la digestión. La digestión tiene algo de "reacción en cadena". Desde el momento en que se ve, se huele o se piensa en comida, se empieza a salivar, que no es más que la preparación para recibir el alimento en la boca. A partir de la salivación y la masticación, se activan el resto de pasos para una digestión satisfactoria.
  • Se puede forzar al sistema digestivo a manejar alimento cuando aun no está preparado. Se ha visto que las personas que comen deprisa, ingieren un 50% más de alimento. También dan mordiscos más grandes y mastican menos antes de tragar.

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