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"Nunca me sentí bonita": la historia de Michelle, la mujer de 50 años que estiró (y transformó) su rostro y su vida

Tras perder kilos, Michelle se somete a una cirugía facial en Guadalajara y comparte su transformación: "Estoy empezando a reconocerme".

Tras perder kilos, Michelle se somete a una cirugía facial en Guadalajara y comparte su transformación: "Estoy empezando a reconocerme".
La historia de Michelle, la mujer de 50 años que se operó el rostro | RRSS

Michelle solo pretendía corregir sus complejos y estirar su piel tras perder peso, sin embargo su experiencia se ha vuelto viral al compartir el resultado. Tras la intervención, la mujer de 50 años asegura que "no se reconoce frente al espejo por su cambio". En redes sociales ha compartido su proceso completo de cirugía facial – realizado en Guadalajara (México) –, documentando el antes y después de su rostro, así como las etapas del procedimiento, que decidió hacer para "lucir y sentirse más renovada".

La mujer de 50 años asegura en sus videos que de joven tenía obesidad mórbida y debido a la perdida de peso veía afectada su piel, sobre todo en rostro y cuello. La intervención incluía un estiramiento facial completo, con trabajo en la frente, parte superior e inferior del rostro, un levantamiento de labios y la colocación de un implante de mentón para mejorar su perfil. En el video preoperatorio dirigiéndose a la clínica antes de la cirugía, Michelle se muestra natural y con buen humor, señalando entre risas que la intervención de frente también busca igualar sus cejas y "cubrir la pista de aterrizaje", en referencia al nacimiento del pelo que considera que le crece desde atrás.

Asimismo, Michelle reflexiona antes y después de la operación que "no quería parecer una persona con 20 años, solo sentirme bien conmigo misma" por ello, a través de reseñas eligió a una cirujana con enfoque conservador y ética profesional, Maribel Belmonte Castillo. Sin embargo el resultado ha demostrado la dificultad para adivinar su edad y son muchos los que aseguran que su operación "da miedo" de lo "bien hecha que está", debido a que en otras ocasiones se percibe que existe una intervención, pero en este es tan natural que le ha quitado años de encima.

Una operación anterior

Antes de ser operada, Michelle había perdido 130 libras – unos 58 kilos – dos veces en su vida y sentía su piel flácida. Pero esta no ha sido la primera intervención a la que se ha sometido, ya en Tijuana tuvo una "gran experiencia" tras pasar por el quirófano para hacerse "una branquioplastia, una ritidectomía extendida, un levantamiento de muslos extendidos, un levantamiento de senos y aumento y el estomago".

Sin embargo, ahora, tras esta segunda operación Michelle ya se siente "totalmente a gusto con su cuerpo" y siente que ha terminado con la cirugía estética: "No creo que vaya a querer más". Pues su gran complejo y lo que le afectaba en su sentimiento hacia ella misma era la cara, los brazos y muslos.

"Estoy empezando a reconocerme de nuevo", Michelle destaca que siempre le ha costado reconocerse debido a sus cambios de peso durante años. Además explica que esta recuperación es el "cambio significativo que ha querido durante mucho tiempo".

"Todos tenemos que hacer lo que nos hace felices", responde en redes a comentarios de usuarios. Relata que sus amigos y familiares le indicaron que una nueva operación no era necesario, pero tras ver el resultado valoraron que posiblemente era lo que necesitaba para que se sintiera mejor: "Nunca me sentí bonita". La mujer no duda en explicar que es madre soltera y tiene el apoyo de sus hijos para llevar a cabo este procedimiento

"No me importa lo que piensen los demás", asegura que a quien no le guste su resultado puede no mirar y a quien deteste este contenido por redes puede pasarlo.

La recuperación y el postoperatorio

"Los primeros días fueron duros", ha comentado en redes exponiendo imágenes del día posterior a la cirugía con la cara hinchada. Con el paso de los días entre moratones y drenajes, Michelle se veía como una "muñeca Brat". "La parte más difícil de la que nadie habla es la de quedarse quieto no hacer nada", relata sobre su recuperación.

La mujer muestra el progreso de los puntos, del dolor y las dificultades de movimiento facial según avanza el postoperatorio. "Estoy extasiada con mis resultados, el cuidado ha sido excepcional durante mi recuperación", comenta. "Estoy feliz", reitera en varias ocasiones.

El coste de ‘el gran cambio’

El procedimiento realizado por la doctora Maribel Belmontes ha tenido un coste de 270.000 pesos – unos 14.000 dólares –, además de otros miles en hospedaje, alimentación y traslados durante su estancia en Guadalajara (México).

Antes de la operación, se sometió a estudios completos con cardiólogos y un plan quirúrgico personalizado. Hasta ahora, dice estar feliz con la atención: "La gente en Guadalajara es muy amable, me llevo lo bueno del viaje".

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