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El mejor fertilizante ecológico para el jardín sale directamente de tu cocina

La cáscara de huevo al cocerse desprende minerales que son esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas.

se debe a que la cáscara está compuesta por nutrientes | Pixabay/CC/stux

Existen múltiples trucos para crear abono natural que permiten sustituir los fertilizantes químicos. Uno de los métodos más comunes para crear compost orgánico se base en desechos de la propia planta como, por ejemplo, ramas o hojas, etc. mezclado con ingredientes de cocina. Uno de los más populares y más utilizados entre los jardineros aficionados es el agua que se utiliza para cocer huevos.

El agua de los huevos

Al cocer huevos es bastante común que la cáscara desprende pequeñas partículas compuestas por minerales que se quedan impregnadas en el agua. Por lo general, una vez se han cocinado los huevos, la gente desecha ese agua. Sin embargo, ésta puede ser un elemento muy útil en el ámbito de la jardinería, ya que rociar las plantas con este líquido puede generar que las ramas de algunas especies sean más verdes y que las macetas estén más fuertes y saludables.

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El motivo principal, por el que el agua de cocción de los huevos es tan buena para algunas especies, se debe a que la cáscara está compuesta por nutrientes vitales en el desarrollo y crecimiento de las plantas. Entre ellos destacan: el calcio, que previene la hojas amarillas; el magnesio, vital para que se pueda realizar el proceso de fotosíntesis; y, el potasio, que mejora la resistencia de las plantas.

El método paso a paso

Es importante seguir dos pautas sencillas, pero esenciales para asegurar la efectividad de este truco casero, sin dañar las plantas.

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A este truco se le puede añadir una pequeña cantidad de cáscara molida para que haya más calcio en la sustancia y, de esta manera, sea más efectivo. También se puede diluir con un poco más de agua, –una parte de agua de huevo por tres a cinco de agua corriente–, para evitar que los niveles de pH del suelo se eleven en exceso. Estos dos variarán en base a la especie que se está fertilizando.

Los beneficios

Este sistema de fertilización evita el uso de productos químicos; reutiliza residuos, disminuyendo los desperdicios de la cocina; y mejora la calidad y resistencia del sustrato y de la maceta. Aunque, no todo son ventajas. Un uso excesivo puede ser demasiado agresivo para la planta y generar efectos contraproducentes que terminen dañándola. Para evitar esto, se recomienda no utilizar este método más de una vez al mes.

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