
La llegada del verano implica que en las neveras hay más verduras, hortalizas y frutas frescas. El melón, la sandía y la piña además del pepino, la calabaza o el calabacín se adueñan de las casas en las épocas más calurosas. Sin embargo, es posible que más de uno sienta algo especial cuando consume estas frutas y hortalizas. Se trata de una especie de picor en la boca y la garganta que se produce cada vez que se ingiere alguno de estos alimentos.
Pero no hay de qué preocuparse ya que el picor o escozor que se experimenta en la boca y garganta al comer melón es un fenómeno común y tiene una explicación científica. El melón pertenece a una familia de frutas conocidas como Cucurbitáceas, que también incluye pepinos y calabazas. Estas frutas contienen compuestos químicos naturales, como enzimas y alcaloides, que pueden causar esta sensación de picor y ardor en algunas personas.
Hay que saber que el culpable principal de esta sensación es una enzima llamada bromelina, que se encuentra en pequeñas cantidades en el melón. La bromelina es una enzima proteolítica, lo que significa que tiene la capacidad de descomponer las proteínas presentes en los tejidos. Cuando el melón se corta o se mastica, la bromelina entra en contacto con las células de la boca y la garganta, y comienza a descomponer las proteínas presentes en la membrana mucosa de estas áreas. Esto puede provocar una sensación de irritación y ardor, similar a la que se experimenta al comer piña.
Pero, además de la bromelina, el melón también contiene ciertos alcaloides y compuestos fenólicos que pueden contribuir al picor. Estos compuestos químicos pueden interactuar con las terminaciones nerviosas en la boca y la garganta, lo que aumenta la sensibilidad y provoca la sensación de ardor. También hay que tener en cuenta que este tipo de picores suelen producirse por una reacción alérgica, en concreto a la profilina, una proteína que comparten estos alimentos con los pólenes.
La profilina suele destruirse con el aumento de la temperatura y la digestión gástrica
Puede parecer una reacción poco común, pero la alergia al melón es la segunda alergia a alimentos vegetales más importante en la población adulta española. Hay que saber que la profilina suele destruirse con el aumento de la temperatura y la digestión gástrica, así que las reacciones sistémicas suelen ser poco frecuentes y, en la mayoría de las ocasiones los síntomas se localizan en la orofaringe.
Los síntomas de esta alergia suelen ser picor localizado en la boca, labios y garganta, también puede llegar a producir edema en labios, lengua, urticaria o molestias digestivas: cuánto más madura está la fruta, más síntomas produce.

