
Un recién nacido siempre es motivo de alegría, sobre todo si es el hijo de alguien muy cercano, entonces se suele querer verlo cuanto antes, abrazarlo, besarlo y dar la enhorabuena a los felices padres. Pero habitualmente, con tanta emoción, uno se olvida de que tal vez no es el momento más oportuno y, sobre todo, se suelen pasar por alto dos cuestiones fundamentales: el bebé es muy vulnerable a las infecciones porque su sistema inmune se está desarrollando y la madre no se encuentra en su mejor momento porque se está recuperando del parto. Esto no significa que no haya que visitar a los bebés, sino que hay que hacerlo con un poco más de cabeza.
Entonces, antes de plantarse en el hospital o en la casa de una recién parida, ¿Qué tal si se le da una pensada antes y se pregunta cómo se puede ayudar? Lo más importante en estas situaciones es no dar por supuestas cosas sino que basta con preguntar qué se necesita o qué se puede hacer por los padres o el bebé. No hay que olvidar, que además de la fragilidad del pequeño, los padres están adaptándose a su nuevo rol y a menudo se encuentran en un estado de agotamiento y estrés. Por ello, hay pautas que se deben seguir para asegurar que la visita sea agradable y segura para todos los involucrados.
Normas para visitar a un recién nacido
- No visitar sin avisar: Siempre es importante coordinar la visita con anticipación, el motivo no es otro que los padres están ajustando sus horarios al ritmo del bebé y pueden no estar listos o en el estado de ánimo adecuado para recibir visitas inesperadas. De hecho, no a todas las familias les gusta recibir visitas durante los primeros meses, ya que el sistema inmunitario del bebé es muy delicado y cualquier contagio o infección podría tener consecuencias graves en su salud. Por ello, una vez que se ha avisado de que se quiere hacer una visita, lo ideal es preguntar cuál es el mejor momento del día para acercarse.
- No ir si se está enfermo: Aunque parezca un consejo obvio, es fundamental ya que cualquier resfriado, gripe o incluso síntomas leves pueden ser peligrosos para un recién nacido. Por tanto, si uno no se encuentra bien, lo mejor es que se reprograme la visita.
- Lavarse las manos: A la hora de coger un bebé, ya sean las visitas o sus propios padres, es fundamental hacerlo con las manos limpias ya que toda precaución es poca para prevenir el contagio de enfermedades e infecciones que puedan afectar a su estado de salud o desarrollo.
- No se les da besos: Esta es una recomendación que ha cobrado importancia en los últimos años, luego de que una familia de Iowa (Estados Unidos) perdiera a su bebé de 18 días en el 2017. La causa de su fallecimiento fue meningitis, de la que se cree que se contagió por el beso de una persona que lo visitó en sus primeros días de nacido. De hecho, si uno se para a pensarlo, los besos ya son una manera de transmitir enfermedades entre adultos, así que lo mejor es evitarlo por completo en los recién nacidos.
- Evitar usar perfumes fuertes o fumar antes de la visita: Los bebés tienen sistemas respiratorios sensibles, y los olores fuertes pueden irritarlos o causarles malestar.
- No ignorar las peticiones de los padres: Si los padres piden que no se hagan ciertas cosas, como despertar al bebé o tocarle la cara, es fundamental respetar sus deseos.
- No interrumpir el momento de dar el pecho: La lactancia es un proceso difícil y que también conlleva un tiempo de adaptación, pues tanto madre e hijo necesitan tiempo y tranquilidad. Por eso, es importante evitar que se sientan presionados y lo mejor es darles intimidad para que estén más cómodos. No hay que olvidar que deben estar en un entorno tranquilo para que el bebé pueda alimentarse bien, evitando los gases y cólicos.
- No extender la visita durante mucho rato: Lo mejor es que la visita sea de un rato corto para no crear demasiado jaleo en casa y dejar que la familia pueda continuar con sus horarios dentro de lo posible.
- Interesarse por la madre: Ser madre no es solo el cansancio y el trabajo que supone traer un hijo al mundo sino que conlleva unos desajustes hormonales para la madre, por lo que no debe de extrañar el difícil momento que debe estar atravesando la mamá, así que le vendrá bien que se le pregunte qué tal se encuentra para que pueda desahogarse y contar con apoyos.

