L D (EFE)
El hallazgo se produjo en la provincia de Hunan, centro de China, e incluye objetos de bronce, jade, cerámica y joyas que ofrecen una imagen detallada del desarrollo de la sociedad de la época, sus usos y costumbres, su economía y desarrollo militar, según el experto chino Fu Futian. Las tumbas están situadas alrededor del lago Dongting, el mayor del país, apodado “el granero de China” por ser una de las mayores bases de producción de cereales del país.
Los arqueólogos confirmaron que 27 tumbas pertenecen al Periodo de la Primavera y el Otoño y de los Estados Combatientes (475-221 AC), once a la Dinastía Han Occidental y sólo una a la Dinastía Song (960-1279).
En China se esconden ingentes cantidades de antigüedades en tumbas centenarias que escaparon a la furia destructora de los pequeños Guardias Rojos de la Revolución Cultural (1966-1976), que destruyeron cualquier vestigio de épocas pasadas al alcance de su mano, según los expertos. Muchos de estos tesoros son descubiertos por campesinos que, en ocasiones, intentan vender las piezas a coleccionistas, la mayoría extranjeros en busca de gangas. En caso de que den las reliquias a las autoridades, tal como exige la ley, no se recibe ninguna recompensa económica.
Los arqueólogos confirmaron que 27 tumbas pertenecen al Periodo de la Primavera y el Otoño y de los Estados Combatientes (475-221 AC), once a la Dinastía Han Occidental y sólo una a la Dinastía Song (960-1279).
En China se esconden ingentes cantidades de antigüedades en tumbas centenarias que escaparon a la furia destructora de los pequeños Guardias Rojos de la Revolución Cultural (1966-1976), que destruyeron cualquier vestigio de épocas pasadas al alcance de su mano, según los expertos. Muchos de estos tesoros son descubiertos por campesinos que, en ocasiones, intentan vender las piezas a coleccionistas, la mayoría extranjeros en busca de gangas. En caso de que den las reliquias a las autoridades, tal como exige la ley, no se recibe ninguna recompensa económica.