L D (EFE) Entre los arrestados se encuentran los principales responsables de la organización, a los que se les ha intervenido diversos documentos, armas blancas y puños americanos, que utilizaban para agredir a las víctimas. En uno de los clubes de alterne ubicado en Madrid era obligada a prostituirse una menor, quien ha quedado ingresada en un centro de menores, previa comunicación a la Fiscalía de guardia correspondiente.
Las investigaciones se iniciaron a raíz de la denuncia que formuló ante la Policía una mujer de nacionalidad rumana, quien aseguró haber sido víctima de una red integrada por compatriotas suyos, que se dedicaba a la inmigración ilegal y explotación sexual de mujeres procedentes de Rumanía en locales de alterne españoles.
Simultáneamente, la Embajada de Rumanía en Madrid notificó a la Policía española que en los servicios policiales de Bucarest se había recibido una denuncia similar de la madre de una mujer con la misma identidad. La madre denunció que su hija estaba siendo explotada sexualmente mediante el ejercicio de la prostitución en España, a donde había sido conducida por la rumana Emilia G., conocida como Milica, quien ofreció en octubre a la joven venir a trabajar en la vendimia, donde le dijo que ganaría más dinero que en Rumanía. Una vez que la joven aceptó la oferta de Milica, y tras obtener el pasaporte, ambas viajaron hasta la ciudad de Bistrita, donde tomaron un autocar para viajar hasta Almería.
En esta ciudad, Milica le presentó a un compatriota llamado Vasile, "alias gitano", y la llevaron a un piso de la capital almeriense, en el que también residían la mujer de Vasile, a la que conoce como Mimi, y sus dos hijas. Nada más llegar, Vasile la retiró el pasaporte y le dijo que tenía que trabajar ejerciendo la prostitución, a lo que se negó en un principio, pero posteriormente tuvo que aceptarlo en contra de su voluntad ya que fue agredida. La joven era obligada a ejercer la prostitución en el club Venus de Almería, donde todos sus movimientos eran controlados por su compatriota, que se apropiaba de todo el dinero obtenido cada jornada. Estuvo trabajando durante dos semanas, y posteriormente, fue transferida a otro rumano llamado Nelu.
Nelu la trasladó hasta Madrid y la alojó en un piso en el barrio de Aluche, en el que vivían la novia de Nelu -Adriana-, la hija de ambos llamada Cosmina y Laura, hermana de Adriana. Nelu la informó que trabajaría para él, en un Club de la zona de Opera en Madrid, el Olimpia, donde también trabajaba Laura, cumpliendo un horario desde las diez de la noche hasta las siete de la mañana, siendo esta última la encargada de retirarla todo el dinero obtenido. Estuvo trabajando durante dos meses, descansando los domingos, pero en ese establecimiento conoció a un cliente, al que contó su situación y decidió marcharse con él, sin volver a ver a sus proxenetas.
Los investigadores localizaron el domicilio en el barrio de Aluche, en la calle Casuarina de Madrid, y el vehículo utilizado habitualmente por Nelu, un Renault 19, el cual figura a nombre de un ciudadano español. Por delitos relacionados con la prostitución y favorecimiento de la inmigración ilegal e infracción a la Ley de Extranjería fueron arrestadas tres personas en Madrid y dos en Almería, aunque a una de las últimas se le imputa sólo los dos primeros delitos. El resto de las detenciones, las víctimas de la red, se practicaron en aplicación de la Ley de Extranjería. Además, en el interior del club Olimpia fue encontrada la menor, que ejercía también la prostitución y que quedó ingresada en un centro de menores, previa comunicación a la Fiscalía de Guardia de Menores.
