L D (EFE)
Casi un cuarto de los contagios se ha dado entre los trabajadores médicos, que han registrado 456 casos, la gran mayoría en la provincia meridional de Cantón (329), epicentro de la epidemia, según un comunicado del Ministerio difundido el lunes por la noche. Así, las zonas más afectadas son la provincia de Cantón, con 1.317 casos y 48 muertes, la ciudad de Pekín, con 482 casos y 25 muertes y la provincia norteña de Shanxi, con 120 casos y siete muertes.
La epidemia se ha extendido por 14 provincias y regiones autónomas, además de las metrópolis de Pekín y Shanghai, después de que las autoridades confirmaran este martes el primer caso "importado" de SARS en la provincia de Shaanxi, vecina de Shanxi y a escasos kilómetros de Pekín. Estos datos no incluyen los casos "sospechosos", de los que hay 753 en el país, 610 de los cuales se concentran en Pekín.
Las autoridades sanitarias recalcaron en su comunicado que el espectacular incremento de casos sospechosos en Pekín, que la semana pasada había reconocido sólo 37 casos y 4 muertes, se debe a que "los enfermos estaban dispersados en diversas instituciones hospitalarias, mientras que ahora se concentran en unas pocas". A pesar de estas explicaciones, se da por seguro que la caída en desgracia este domingo del alcalde de Pekín, Meng Xuenong, y del ministro chino de Sanidad, Zhang Wenkang, se debe a la ocultación de datos sobre el estado real de la epidemia.
Los dos políticos no supieron explicar, además, por qué los enfermos de SARS confinados en hospitales militares no estaban incluidos en las cifras oficiales ni por qué los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tardaron días en recibir la autorización para visitar estos centros.
En Hong Kong, cuyas autoridades sanitarias llevan un recuento de víctimas de SARS independiente del de la China continental, el número total de enfermos asciende a 966, 94 de los cuales han fallecido y 436 han recibido el alta médica.
La epidemia se ha extendido por 14 provincias y regiones autónomas, además de las metrópolis de Pekín y Shanghai, después de que las autoridades confirmaran este martes el primer caso "importado" de SARS en la provincia de Shaanxi, vecina de Shanxi y a escasos kilómetros de Pekín. Estos datos no incluyen los casos "sospechosos", de los que hay 753 en el país, 610 de los cuales se concentran en Pekín.
Las autoridades sanitarias recalcaron en su comunicado que el espectacular incremento de casos sospechosos en Pekín, que la semana pasada había reconocido sólo 37 casos y 4 muertes, se debe a que "los enfermos estaban dispersados en diversas instituciones hospitalarias, mientras que ahora se concentran en unas pocas". A pesar de estas explicaciones, se da por seguro que la caída en desgracia este domingo del alcalde de Pekín, Meng Xuenong, y del ministro chino de Sanidad, Zhang Wenkang, se debe a la ocultación de datos sobre el estado real de la epidemia.
Los dos políticos no supieron explicar, además, por qué los enfermos de SARS confinados en hospitales militares no estaban incluidos en las cifras oficiales ni por qué los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tardaron días en recibir la autorización para visitar estos centros.
En Hong Kong, cuyas autoridades sanitarias llevan un recuento de víctimas de SARS independiente del de la China continental, el número total de enfermos asciende a 966, 94 de los cuales han fallecido y 436 han recibido el alta médica.
