L D (EFE)
El "cerebro" de la organización es una ciudadana ucraniana residente en Nápoles (sur) y que introducía en Italia prostitutas procedentes de diversos países de Europa del Este. Cuando las jóvenes se quedaban embarazadas ejerciendo esta actividad los bebés eran vendidos por sumas superiores a los 50.000 euros.
Entre los detenidos -tres mujeres y un hombre- figura la madre de un recién nacido que iba a ser vendido, en una transacción que fue impedida por la intervención de los agentes.
Los investigadores indicaron que además de vender a los pequeños, la red estaba también en disposición de ofrecer órganos humanos destinados a trasplantes e introducidos clandestinamente en Italia.
La operación fue llevada a cabo por agentes de la prefecturas de Nápoles, Foggia y Bari en donde la red delictiva tenía sus ramificaciones. Entre sus actividades se encontraba además el tráfico de estupefacientes.
Entre los detenidos -tres mujeres y un hombre- figura la madre de un recién nacido que iba a ser vendido, en una transacción que fue impedida por la intervención de los agentes.
Los investigadores indicaron que además de vender a los pequeños, la red estaba también en disposición de ofrecer órganos humanos destinados a trasplantes e introducidos clandestinamente en Italia.
La operación fue llevada a cabo por agentes de la prefecturas de Nápoles, Foggia y Bari en donde la red delictiva tenía sus ramificaciones. Entre sus actividades se encontraba además el tráfico de estupefacientes.
