¡Ya era hora!
Con ocasión del acto celebrado en Medellín en 1985, para conmemorar el V Centenario del nacimiento de Hernán Cortés, tuve ocasión de comentarle a D. Antonio Hernández Gil, quien asistía acompañado de su esposa y con quienes tuve la honra de compartir unos momentos, que era una pena que un teatgro como ese, que estaba esperando manos dispuestas a sacarlo a la luz estuviera tan olvidado después de las primeras catas.
Me comentó que era un hermano suyo -residente por entonces en Córdoba, según creo haberle entendido- el especialista en ese tipo de excavaciones arqueológicas. Que sin duda era interesante y se lo comentaría cuando tuviera ocasión. No sé si tendría ocasión, o si pudo hacerlo. Quiero pensar que sí. No sé, sin embargo, la razón por la que no se impulsó más.
Se han tardado casi veinticino años desde entonces, y es hoy otra administración, la regional, la que se está encargando de sacarlo a la luz. Enhorabuena, pues...
¡Más vale tarde que nunca!
El yacimiento se conoce desde bastante antes de 1969. Lo delataba la presencia de su cerramiento superior y algunas hiladas de asientos del graderío próximas a las ruinas del templo medieval construido sin duda sobre la escena, y en el que por entonces aún se podían apreciar algunos restos de sus pinturas al fresco.
El momento de la reconstrucción del templo habríoa sido la ocasión idónea para haber profundizado en las excavaciones en esa zona.
¿Por qué no se hizo? ¿Acaso "topamos" con la Iglesia"