L D (EFE)
En la primera entrevista ofrecida desde que saltó el escándalo hace dos semanas, Blair reconoce haber estado borracho durante sus coberturas periodísticas, y que "las drogas y el alcohol eran indudablemente parte de mi automedicación".
Blair dice en la entrevista, publicada por el periódico "New York Observer", que "cualquiera que diga que mi raza no influyó en mi carrera en The New York Times está mintiendo", en referencia a la polémica sobre la política de los medios respecto a las minorías y si el hecho de ser negro influyó en su ascenso. Según él, hay directivos de alto nivel que quieren que los negros tengan éxito y cientos de directivos de rango bajo a los que les molesta.
Ser negro en el diario "hiere tanto como ayuda", explica Blair, quien dimitió nada más conocerse que había plagiado artículos de otros diarios, inventado declaraciones, simulado encontrarse en los lugares donde ocurrían los hechos y pasado gastos por misiones nunca realizadas. Cuando llegó al prestigioso diario "era joven". Después empezó a sentir "mucha presión" y finalmente llegaron los engaños, aunque, según sus declaraciones, "nunca fueron planeados".
Del largo artículo de rectificación publicado por el diario, afirma que se siente triste y culpable por los problemas que está teniendo "The New York Times". Reprocha al rotativo que haya intentado culparle a él de todo sin examinar cómo la institución permitió que se llegara a esa situación.
Además, se burla de la rectificación del artículo a sus invenciones, en concreto en el caso de la supuesta visita que hizo a la familia de la soldado Jessica Lynch, liberada por tropas estadounidenses tras su captura durante la guerra en Irak, que en nada correspondía a la realidad. Cuando se la leyeron "no podía parar de reír", explica el reportero, quien asegura que su vida es mejor ahora.
Blair dice en la entrevista, publicada por el periódico "New York Observer", que "cualquiera que diga que mi raza no influyó en mi carrera en The New York Times está mintiendo", en referencia a la polémica sobre la política de los medios respecto a las minorías y si el hecho de ser negro influyó en su ascenso. Según él, hay directivos de alto nivel que quieren que los negros tengan éxito y cientos de directivos de rango bajo a los que les molesta.
Ser negro en el diario "hiere tanto como ayuda", explica Blair, quien dimitió nada más conocerse que había plagiado artículos de otros diarios, inventado declaraciones, simulado encontrarse en los lugares donde ocurrían los hechos y pasado gastos por misiones nunca realizadas. Cuando llegó al prestigioso diario "era joven". Después empezó a sentir "mucha presión" y finalmente llegaron los engaños, aunque, según sus declaraciones, "nunca fueron planeados".
Del largo artículo de rectificación publicado por el diario, afirma que se siente triste y culpable por los problemas que está teniendo "The New York Times". Reprocha al rotativo que haya intentado culparle a él de todo sin examinar cómo la institución permitió que se llegara a esa situación.
Además, se burla de la rectificación del artículo a sus invenciones, en concreto en el caso de la supuesta visita que hizo a la familia de la soldado Jessica Lynch, liberada por tropas estadounidenses tras su captura durante la guerra en Irak, que en nada correspondía a la realidad. Cuando se la leyeron "no podía parar de reír", explica el reportero, quien asegura que su vida es mejor ahora.
