L D (Europa Press) En un escrito registrado en el Congreso, y a cuyo contenido tuvo acceso Europa Press, la portavoz de Cultura del Grupo Popular, Beatriz Rodríguez Salmones, explica a Marín que, en su comparecencia del pasado miércoles, Molina expuso "un texto idéntico, palabra a palabra, desde el principio al final", al que él mismo había leído un mes antes ante el Senado.
La diputada del PP recuerda también que en esa misma sesión llamó la atención a Molina por 'calcar' su intervención del Senado, y que el director del Instituto Cervantes, lejos de admitir error alguno, replicó que en un mes no había cambiado de criterio. "Es evidente que los criterios puedan no cambiar en un mes, ni en un año, ni en una legislatura, pero ello no exime al compareciente de preparar seriamente su trabajo", protesta Rodríguez Salmones.
Para el PP, este "autoplagio" no tiene precedentes en el Congreso y, aunque todo compareciente tiene el derecho a la libertad de expresión, sostiene que "no es aceptable en modo alguno que estas intervenciones ante el Parlamento no tengan una mínima preparación, trabajo previo y actitud de respeto a la Cámara". A su juicio, si esto se tolerara, podría llegarse a una "banalización tal" que los comparecientes se limitaran a recuperar cualquier texto y leerlo "mecánicamente" ante un órgano parlamentario. "No es tolerable, ni concebible, repetir una y otra vez los mismos textos --enfatiza--. ¿En que se convertiría esta cámara? ¿Es este respeto que el Parlamento, sede de la soberanía popular, inspira al compareciente?".
Inadmisible e intolerable falta de respeto
Rodríguez Salmones quiere que Marín intervenga en este asunto para preservar el respeto y cortesía parlamentarios y la eficacia de la función de control de la Cámara, si bien deja "a su recto entender" las medidas a adoptar, pues admite que no hay precedente. "Entendemos que, al ser estos hechos inconcebibles, además de inadmisibles, no existen antecedentes de resoluciones parlamentarias de la Mesa o de la Presidencia -admite-. Hechos así no están permitidos, sencillamente no están previstos".
Además, anuncia que su queja será también trasladada al Senado, ya que parece que las aportaciones que pudieron hacer sus representantes en la primera comparecencia de Molina no merecieron ninguna consideración como para modificar su texto. Lo mismo se hará ante los Ministerios de Asuntos Exteriores y Cultura, a los que está vinculado de una u otra manera el Instituto Cervantes.