El vino de la boda de Cospedal protagoniza el Debate de Castilla-La Mancha

Vinos al principio del debate, pues los diputados socialistas los iban mencionando hoy al salir a defender sus resoluciones y criticar que en la boda se sirviera uno aragonés y no de Castilla-La Mancha; y agua para cerrarlo, con el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, dejando al margen las cuestiones partidarias y ofreciendo a la oposición un acuerdo en torno al agua en la reforma del Estatuto.

Algo de agua ayer y hoy, con una presidenta popular calificando ayer la política hidráulica de la región como uno de los siete fracasos de Barreda, y con un presidente de la comunidad que hoy la ha emplazado a hablar, sin fotos -"nos podemos ver con discreción, donde usted quiera", ha dicho- para sacar el Estatuto adelante.

Si la semana previa estuvo marcada por la convocatoria del debate cinco días después de la boda (el jueves 3 de septiembre) y por la discusión sobre si un asunto privado debe interferir en los ritmos de la política, el matrimonio de Cospedal también ha sobrevolado la cita política más importante del año.

La cosa empezó con las educadas felicitaciones del presidente de las Cortes, Francisco Pardo, y del propio Barreda a la recién casada, pero al final el asunto de los caldos que se sirvieron en la boda ha sido repetido como un mantra por varios de los oradores que han subido a la tribuna desde la bancada socialista.

Fue el presidente de la región el primero que, en su réplica a Cospedal en la tarde de ayer, le reprochó que saliera a la tribuna de oradores a defender la viticultura y la promoción de los vinos de Castilla-La Mancha y, sin embargo, en su boda sirviera uno de Aragón.

La jefa de la oposición, sorprendida porque un jefe de Gobierno se dedicara a hablar de lo que llamó "cotilleos" sobre un evento familiar, respondió a Barreda que le habían informado mal, en alusión al secretario de Organización del PSOE, José Manuel Caballero, porque sí se había servido vino de la región.

El presidente explicó que no hablaba de cotilleos y afirmó que su fuente no era otra que un teletipo de la Agencia Efe difundido el día de la boda, el pasado jueves 3 de septiembre.

En dicho teletipo se informó de que en la celebración se habían servido los siguientes caldos: vino blanco Viñas del Vero Gewurztraminer, denominación de origen Somontano, y tinto Summa Varietalis, del dominio de Valdepusa, de las bodegas Marqués de Griñón.

Así lo interpretó el portavoz socialista, Santiago Moreno, quien ayer habló de "empate": uno de la región y otro de fuera.

Y hoy, en los turnos de defensa de las propuestas de resolución, han arreciado los comentarios sobre el vino aragonés y las loas a los caldos de Castilla-La Mancha, que, como ha quedado claro, son excelentes.

La primera diputada socialista en tomar la palabra hoy, Ana Garrido, ya ha aludido a la cuestión, igual que ha hecho el segundo, Antonio Salinas.

De hecho, Salinas ha aprovechado para bromear con las palabras que inmediatamente antes había pronunciado la diputada del PP María Luisa Soriano, quien ha acusado al Gobierno regional de hacer "un brindis al sol" con su plan de apoyo al sector del vino.

"Un brindis al sol-montano", ha completado Salinas.

También el diputado y secretario de Organización del PSOE, José Manuel Caballero, ha hablado del asunto y -a la vista de que Cospedal le había señalado como fuente informante de Barreda- ha dicho que "todos vimos" en un teletipo de la Agencia Efe que un vino blanco de Aragón formaba parte del menú nupcial.

La cuestión ha ido decayendo poco a poco, no sin antes extenderse a las filas populares, desde las que Natalia Tutor ha pedido a los socialistas que dejaran ya esa "cantinela" y ha exhibido un ejemplar de una revista de una organización agraria que criticaba que en un acto organizado por la Consejería de Trabajo se brindó con un blanco de Cádiz y un tinto de Rioja.

Con ello parece que el tema paró.

El agua reapareció al final del debate, con una propuesta de resolución del PP, que fue rechazada, y con las palabras de Barreda invitando a recuperar el consenso perdido en torno al Estatuto. Si no, las Cortes no rematarán bien su trabajo que iniciaron con acierto, ha dicho.