L D (EFE) En conferencia de prensa, Arnés subrayó que sin esos factores, en los que la industria no puede intervenir, el incremento del gasto -estimado en 11,7 por ciento- se reduciría en 3 puntos.
Arnés rechazó que se pueda hablar de "deslizamiento" en la prescripción desde medicamentos más baratos hacia fármacos más caros y novedosos para tratar las mismas patologías, aspecto que está analizando el Ministerio de Sanidad. Según apuntó, se trata del "lógico" proceso de sustitución en favor de productos más nuevos que van absorbiendo parcelas de mercado y si se analiza el número de unidades de vendidas y no sólo el gasto, que se ha reducido para los fármacos con más antiguos, ese cambio no es tan relevante.
Recordó además que no son los mismos laboratorios los que fabrican los medicamentos viejos y los nuevos, por lo que no se puede creer que dejen de promocionar unos en beneficio de otros. Farmaindustria todavía no ha tratado con el Ministerio el incremento del gasto en el 2003 y su prioridad es ahora negociar que en el futuro los nuevos precios de referencia de los medicamentos se apliquen gradualmente, es decir, que se escalonen las rebajas para reducir el impacto en las empresas.
