Vamos, que como se ha abierto la veda del saqueo, del reparto del botín, del mercadeo del voto, etc. etc., las mafias locales como la $GA€, y porqué no, también las varias mafias extranjeras aquí asentadas, unas para su solaz y blanqueo y otras para su rapiña, tienen todo el "derecho torcido" del mundo a ejercer su actividad. Y no sólo eso, sino a demandar del gobierno privilegios y subvenciones a costa del sufrido contribuyente.
A mí, no me merece ningún respeto nadie que haya dejado sus "presuntos derechos" en manos de esta auténtica mafia. Y que no me vengan con monsergas de que es que para trabajar, no hay más remedio. Que denuncien públicamente tal hecho, en lugar de sumarse a lamerle el cu.lo al poder de turno. Se quedarían asombrados del apoyo que cosecharían.
Entre tanto, desprecio, rechazo, insumisión y pirateo. Ya nos imponen previamente condena y multa como a ladrones, vía CANON. A esta mafia, no les importa una higa los autores, el pirateo, la industria y el comercio nacional, ni la pmqlosp.... Lo único que les importa, son sus arcas y trincar cuanto más, de cuantos más, y más rápido, mejor. ¿Se habrán preguntado donde compran ya un buen número de consumidores los productos en que el dichoso canon supone un buen pico? Vayan, vayan ustedes eligiendo un producto y buscando canales, vías y mercados alternativos. Se van a sorprender. De nada.
Voy a contaros una extraña historia que sucediome la semana pasada.
Estaba intentando dormir a mi niño cantándole una nana, cuando del fondo del armario camuflado entre camisas, jerseys y otras prendas salió un señor vestido a la guisa del cobrador del frac clamando voces censuradoras tales como -ya le he pillado-, -con que reproduciendo música sin pagar el canon-; -eso si que no-; -ya tenía ganas de pillarle in fraganti-, -aunque para ello haya tenido que permanecer escondido varios días dentro del armario-.
Sorprendido por la inesperada presencia de tal señor, así como por sus estentóreas y denunciantes voces, no acerté a responder hasta pasados unos segundos, balbuceando…. -Pero si solo trataba de que el niño se durmiera……
-Excusas de mal pagador- seguía acusadoramente -encima enseñando a delinquir al muchacho desde la más tierna edad- terminaba apuntándome con el dedo índice de su mano derecha y con una mirada reprobadora en sus ojillos llenos de codicia.
Confieso que no supe que responder a esta nueva imputación, me sentía avergonzado pensando que mi niño de escasamente un añito pudiera ver a su papaíto como un político trincon cualquiera y se avergonzara de tal modo que siguiera llorando por el calor y por el descrédito familiar.
Así que, le puse el chupete, -al niño- no al inspector, y agarrándole por el brazo al -inspector- no al niño, lo arrastré a la salita.
Una vez allí me derretí en excusas diciéndole lo mucho que sentía que hubiera tenido que salir del armario para reconvenirme por mi mala conducta y que si era por dinero, allí mismo lo arreglábamos.
Le extendí un cheque por que no tenía suficiente dinero en efectivo y nos despedimos cordialmente entregándome una especie de contrato que leí después.
Pero eso es otro cuento.
¿CÓMO ES POSIBLE tener que pagar a la SGAE por representar una obra de los clásicos?. No me lo puedo crer, esto es un país de locos! Ya es hora de que los "consumidores" nos organicemos para evitar estos dislates.
PREGUNTA. Por la calle suelo ir cantando coplas o fados ("baixinho", que no estoy loca). Si me pillan "ESOS", también tendré que pagar?
Coitadinha do sertão
Y por el nombre del pueblo ¿tambien tienen que pagar?.
De la política ladrona de este gobierno sólo pueden salir bandas como la SGAE. Hay un botín y hay que trincarlo mientras esto dure.
Si yo escribo mi propia obra derivada del Quijote, tendré derecho a fijar el precio que me venga en gana. Al menos mientras tengamos un poquito de libertad y respeto por la propiedad privada. Y los clientes tendrán derecho a ignorarme y comprar otra adaptación, o leer el original gratuitamente (o irse a tomar el sol, que parece que si un disco cuesta 12 euros toda la población morirá de inanición musical; es tan estúpido como reclamar que incluyan la casa en propiedad entre los derechos humanos).
Si monto una empresa, aunque tenga forma de asociación o fundación, y ofrezco el servicio de cobrar por los derechos de autor, no tendré ninguna obligación de perdonar esas regalías porque el cliente se llame igual que la obra, o sea primo del autor. En caso de que haya excepciones de acuerdo con el contrato entre la empresa y el autor, o de acuerdo con la legislación vigente, el beneficiario podrá demostrarlo, digo yo. Y si se cobra de manera fraudulenta una y otra vez, los afectados podrán emprender demandas colectivas y los abogados sacarán un buen pellizco. Dudo que los ayuntamientos sean incapaces de emprender estas acciones legales.
Comprendo que haya colectivos de derechas que se revuelvan contra los artistas por haber tomado partido a favor de la izquierda. Y entiendo que los que no valoran la institución de la propiedad privada ni el estado de derecho ni los incentivos al trabajo, reclamen el "gratis total", la legitimación del saqueo.
Pero no comprendo que economistas liberales caigan en este error de buena fe.
Para empezar, si creo que algo se puede suministrar más barato la respuesta correcta es: "yo me pongo a ello", o bien, "sepan los emprendedores que si se ponen con ello yo seré uno más de sus muchos clientes". Pero lo que nunca está justificado es imponer un precio a los proveedores actuales. O compro, o no compro, pero no intento fijar un precio diferente por ley.
En el caso que nos ocupa, seguro que hay muchos, muchísimos autores de teatro que podrían hacer un trabajo muy apreciado por los habitantes de Fuente Obejuna, cediendo los derechos de por vida a cambio de una suma muy inferior a lo que la SGAE cobra por cada representación.
Un paso más allá, si pensamos que existen otros modelos de comercialización de la creación intelectual, propongámoslos, empleémoslos, pero no podemos obligar a los demás a abandonar el modelo que ellos han elegido.
Por otra parte, la SGAE tiene todo el derecho del mundo a ejercer su actividad, y a pedir al gobierno privilegios y subvenciones. Del mismo modo lo hacen los bancos, las industrias, las universidades, etc. Todo el mundo quiere más pastel, ya sea como empresario, como trabajador, como representante de un colectivo... y ese deseo es completamente legítimo. Aceptemos el propósito de todos los participantes de apurar las reglas al máximo. Es la obligación de sus gerentes para con sus accionistas, de los trabajadores para con sus familias. Esto nos hará apreciar la importancia de esas reglas.
Sin embargo, parafraseando el refrán, frente a la virtud de pedir, la virtud de no dar. Debemos corregir el sistema, para que el gobierno no nos perjudique a todos con el pretexto de beneficiar a uno en concreto, y luego a otro, y así sucesivamente. La responsabilidad está en quien concede las subvenciones; y en los votantes que le eligen apoyando esa forma de actuar.
Lamentablemente, ni siquiera los que se quejan de la existencia de subvenciones parecen entender por qué son malas. El problema no es que uno en concreto cobre una subvención, el problema es que en el sistema se repartan subvenciones. Si hacemos de ello una cuestión moral o de orgullo, será más difícil que la opinión pública entienda que es una cuestión racional, empírica: el empobrecimiento colectivo es una consecuencia directa de la existencia de un sistema de subvenciones. El efecto negativo sólo aparece en el conjunto, nunca a raiz de un caso individual, por eso no tiene pies ni cabeza pensar que si renunciamos a ellas a título personal o en nuestra empresa, estamos haciendo algo bueno por la causa. Así no ayudamos en nada al sistema. Y como testimonio, bueno, en todo caso estaríamos señalando que "a los buenos no nos afecta que los malos se lleven subvenciones", y eso sería contraproducente, y falso. En realidad, individualizar los debates económicos sólo nos lleva al terreno del sensacionalismo, en el que cualquier causa simpática, cualquier argumento demagógico, tiene la facultad de eclipsar toda la justificación de los mercados libres.
Así pues, no nos concentremos en la SGAE, sólo un síntoma, como lo son la PAC o los rescates bancarios. Señalemos, demostremos, busquemos cómo poner en evidencia que la enfermedad es la política gubernamental de mercadear votos por privilegios.
En fin, conste que no tengo propiedad intelectual, y toda la cultura que consumo es pirata. Sólo reclamo que nos otorguemos el sistema que mejor incentive el progreso, lo que pasa necesariamente por salvaguardar la propiedad privada, el cumplimiento de contratos, la libertad de vender como quiera o no vender.
Es de justicia investigar este caso. A saber: ¿Por qué demonios un tipo monta una fábrica y, a su muerte, la heredan sus hijos y a éstos los suyos y suma y sigue; y, en cambio, un genio escribe una obra de teatro, un vals, una novela ó los mejores sonetos del mundo, y, sus herederos sólo pueden ejercer de tal durante ¿60 años? Y luego a trincar de su talento unos mendas que no han sido para ganarse la vida con sus manos? Esto es algo digno del talento de Garzón, por lo menos. O de Pedraz, que le pilla más joven y el tema va para largo.
Y, a los de Fuenteovejuna, que saquen los cuartos y aporten entre todos para comprar un bazoka y recibir convenientemente a las sanguijuelas.
Será con V, será con B o será con leshes.
Nonos pedamos.
Es una hobra guijantesca con V, con B, o con C. ¡Carago, vasta lla de guilipolyeses hortójraficas!!!
Muy bueno lo del pilón, Chejov... Me he reído un rato con tu ocurrencia... Apúntate un tanto...
Pues suerte tuvieron en el lugar de la Mancha de que Cervantes no quisiera acordarse... Eso sí, en el Toboso deben estar temblando, y ya de paso en Tormes