L D (EFE)
Una primera reconstrucción de los hechos reveló que Calderini se suicidó después de haber dado muerte a su esposa. La irrupción de la policía durante la madrugada de este martes en el apartamento puso fin a una jornada de pánico en el barrio milanés de Fiera, una zona residencial de la capital lombarda.
Durante la tarde de este lunes Calderini, conocido entre los residentes del inmueble por su carácter agresivo y huraño, asesinó a una vecina, de 55 años, a cuya puerta llamó y comenzó a disparar sin mediar palabra. Acto seguido regresó a su apartamento y disparó de forma indiscriminada con su pistola contra los viandantes desde su ventana, hiriendo a tres personas.
Dos de los heridos, un hombre de 70 años y una mujer de 41, se encuentran en estado grave e ingresados en sendos centros hospitalarios de Milán. Otra de las personas alcanzadas por los disparos, un abogado de 53 años, tiene únicamente una herida de bala en una pierna. Tras el suceso ha surgido la polémica por el hecho de que el asesino tuviera permiso de armas, ya que era propietario de diversas pistolas que tenía registrada legalmente.
Esta nueva tragedia sigue a la ocurrida el pasado viernes en la localidad siciliana de Aci Castello, en la que un empleado del municipio mató a cinco personas, entre ellas el alcalde, antes de suicidarse en el interior de una iglesia.
Durante la tarde de este lunes Calderini, conocido entre los residentes del inmueble por su carácter agresivo y huraño, asesinó a una vecina, de 55 años, a cuya puerta llamó y comenzó a disparar sin mediar palabra. Acto seguido regresó a su apartamento y disparó de forma indiscriminada con su pistola contra los viandantes desde su ventana, hiriendo a tres personas.
Dos de los heridos, un hombre de 70 años y una mujer de 41, se encuentran en estado grave e ingresados en sendos centros hospitalarios de Milán. Otra de las personas alcanzadas por los disparos, un abogado de 53 años, tiene únicamente una herida de bala en una pierna. Tras el suceso ha surgido la polémica por el hecho de que el asesino tuviera permiso de armas, ya que era propietario de diversas pistolas que tenía registrada legalmente.
Esta nueva tragedia sigue a la ocurrida el pasado viernes en la localidad siciliana de Aci Castello, en la que un empleado del municipio mató a cinco personas, entre ellas el alcalde, antes de suicidarse en el interior de una iglesia.
