L D (EFE) La sentencia, hecha pública este jueves, recoge las tesis de la defensa de los policías autonómicos y las de los médicos forenses, que sostuvieron que las lesiones que presentó el detenido, fracturas costales, "no implican que se ejerciera una violencia excesiva o desproporcionada sobre el mismo".
Durante el juicio, los mossos d´esquadra negaron cualquier clase de agresión o tortura y únicamente reconocieron que, ante la resistencia que ofreció el conductor al ser arrestado, le tuvieron que reducir poniéndole la rodilla sobre su cuerpo cuando éste estaba tendido en el suelo. El denunciante de los mossos, que tiene antecedentes penales, fue detenido por conducir de forma temeraria y causar un accidente el 4 de agosto de 1998 en Sant Pere Pescador (Alto Ampurdán) y acusó a los policías autonómicos de haberle torturado durante la noche que pasó en los calabozos de la comisaría de Roses.
