La eurodiputada sueca Marianne Eriksson (Izquierda Unitaria) presentó ese informe, que será votado en el pleno, sobre las repercusiones de la industria del sexo en la Unión Europea, en el que pide a los Quince que frenen el aumento paulatino de la prostitución. En el documento se afirma que aproximadamente 500.000 personas se introducen cada año de forma ilegal en la UE, y un 90 por ciento con el fin de ser explotadas sexualmente, la mayoría de los países del Este y de Rusia.
La UE trabaja ahora con dos directivas marco contra el comercio de seres humanos, una de ellas que criminaliza la cadena comercial completa, excepto al cliente, y otra que otorga asilo temporal a la víctima si acepta testificar contra los responsables del crimen. Eriksson puso como ejemplo los dos modelos legislativos más representativos que existen en la UE: el holandés, más progresista y que tiene legalizada la prostitución, y el sueco, que castiga incluso a los clientes.
"La legalización fomenta la prostitución", según el informe
El "modelo sueco" es para la eurodiputada el más aconsejable para tratar de erradicar el oficio más antiguo del mundo, ya que en su opinión se ha demostrado que "la legalización fomenta la prostitución", señaló en rueda de prensa. Suecia aprobó en 1998 un paquete legislativo denominado "libertad de la mujer", que criminaliza el maltrato de mujeres, los delitos de violación, la discriminación de género, los abusos sexuales y la compra o el intento de compra de los servicios sexuales.
En España, aunque la prostitución no constituye un acto criminal, sí lo es forzar a practicarla, y en comunidades como Cataluña o el País Vasco incluso sustentar un burdel, según el informe, al igual que en Grecia, Italia o Luxemburgo. Irlanda es el único país de la UE donde la prostitución es ilegal, mientras que en Finlandia lo es la callejera.