
Las muestras de apoyo se suceden, y este miércoles ha sido la esposa del Jefe de Estado Italiano, Franca Ciampi, la que ha pedido la liberación del pequeño Tomasso, después de que el martes el Papa Benedicto XVI la pidiera en un telegrama. El próximo jueves está prevista una concentración por las calles de Casalbaroncolo de apoyo a la familia Onofri, que sigue angustiada las investigaciones, ya que además de la epilepsia, el niño tenía fiebre alta porque tenía bronquitis en el momento que fue secuestrado.
El secuestro se produjo la noche del jueves al viernes en Casalbaroncolo, cerca de Parma, en el norte de Italia. Según los investigadores, dos personas armadas y enmascaradas –posiblemente una de ellas una mujer- irrumpieron en la casa familiar y tras un robo en el que sólo se llevaron 150 euros escaparon con el pequeño. La Policía no descarta que el móvil pueda ser la venganza, según los medios de comunicación locales.
Los investigadores de la Fiscalía de Bolonia han pedido a la prensa que guarden silencio hasta el viernes para no entorpecer las investigaciones, pues dicen que se están publicando algunas noticias que son "falsas". Asimismo, han reconocido la dificultad de esta investigación, ya que no existe un móvil claro y de la petición de un rescate, lo que les ha llevado a interrogar en varias ocasiones a toda la familia, incluido el hermano de Tomasso, de ocho años.