Los 16 tripulantes españoles del pesquero "Alakrana" y parte de sus familiares han llegado a Madrid en un avión de la Fuerza Aérea Española procedente de las Islas Seychelles. El aparato que ha trasladado a los marineros del "Alakrana", liberado el martes pasado tras 47 días de secuestro, ha aterrizado poco después de las 8,00 la mañana en la base aérea de Torrejón.
Su llegada no ha podido ser captada por las cámaras de televisión y no ha habido reporteros gráficos ni periodistas en el recinto de la base por expreso deseo de las familias. La ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino, Elena Espinosa , reveló este viernes que no recibiría a los tripulantes del atunero por respeto a la voluntad de sus allegados.Tras la llegada a la capital, el avión que traslada a los tripulantes vascos ha aterrizado sobre las diez y media en el aeropuerto de Loiu en Bilbao . Los tripulantes vascos se trasladaron directamente a sus domicilios tras aterrizar sin que fuera posible verles, aunque sus familiares comparecieron para explicar que en el reencuentro ha sido "muy emotivo" y que los marineros se encuentran bien pero "cansados".
Entre ellos, se encontraban Argi Galbarriatu hermana del capitán Iker Galbarriatu, y María Angeles Jiménez, mujer de otro de los tripulantes Gaizka Iturbe. Ambas explicaron que los marineros están siendo trasladados en vehículos a sus domicilios, ya que los médicos les han recomendado tranquilidad y por ello se ha decidido que no comparezcan ante los medios. "Están bastante cansados y nerviosos", añadió.
Según indicaron, el próximo martes podrían realizar algunas declaraciones, coincidiendo con el día en el que deben declarar ante el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz. Los familiares de los marineros indicaron que los tripulantes están contentos, pero muy "cansados" y que alguno está "tocado" física y emocionalmente.
Asimismo, subrayaron que el encuentro en Madrid fue "muy emotivo" y que, en principio, no está previsto ningún acto especial en Bermeo o en los lugares de residencia. "Habrá tiempo para lo que sea", destacó Galbarriatu.
En Galicia, sin embargo, sí ha comparecido ante los medios, aunque de forma muy breve, el patrón del Alakrana. Ricardo Blach ha asegurado en el aeropuerto de Vigo que la tripulación del atunero vasco sufrió "toda clase de humillaciones" durante los 47 días de secuestro en aguas del Índico por piratas somalís y calificó la experiencia como "terrible".
El marinero hizo estas declaraciones en el aeródromo de Peinador, adonde llegaron los tripulantes junto a miembros de sus familias en un avión fletado por la Xunta procedente de la base aérea madrileña de Torrejón de Ardoz.
Blach afirmó que "al principio" del secuestro, permanecían retenidos en el comedor de marinerías "los treinta y tantos marineros, todos tirados boca abajo", con los piratas "siempre" encañonándoles y en un "cuadrado de veinte metros cuadrados".
El patrón del barco aclaró que él y el capitán estaban en la "parte de arriba" del barco, "también encañonados". "Al final gracias a Dios a ellos les han metido abajo, con las puertas del exterior cerradas, pero tenían libertad para ir al servicio, cocina, comedor y visitar a sus compañeros", apuntó en referencia al resto de tripulantes.
Ricardo Blach manifestó que el capitán y él dormían "en el suelo" y que permanecían el resto del día "sentados en una silla", y que para ir a un servicio que distaba "dos metros" era necesario "pedir permiso" a los corsarios "cuando lo daban, un sacrificio total".
El patrón del 'Alakrana', natural de Bayona (Pontevedra), agradeció la labor de los medios de comunicación, del Gobierno, de la Audiencia Nacional y de la empresa armadora, así como las gestiones del embajador de España en Kenia.
También dijo que el momento de la liberación fue "de nervios, de temor y de desconfianza" porque en la zona donde permanecía fondeado el 'Alakrana' había otro barco con otro grupo de piratas y tres barcos del mismo clan de corsarios que los tenían retenidos.
El peligro de un nuevo intento
"Los piratas nos decían: tened mucho cuidado que, en cuanto nosotros os liberemos, os va a intentar coger el otro grupo", puntualizó Blach, quien señaló que él mismo "tenía avisadas a las fragatas ya a los helicópteros que estuviesen pendientes", dijo.
El patrón del atunero manifestó que en cuanto saltó del buque "el último pirata" se puso en contacto telefónico con las fragatas y que "inmediatamente" acudieron los helicópteros. En este sentido, recordó que les han protegido "muy bien", acompañándoles "día y noche" tanto helicópteros como fragatas, y dio las gracias a la Armada.
Mientras, otro de los tripulantes, Joaquín Fernández, natural de Nigrán, resaltó que las familias han sido "las artífices" de esta liberación y aseguró que vienen de una situación "superextrema" por lo que pidió a los medios "paz y tranquilidad" al menos "unos días". "Sólo pedimos eso y que no vengáis a nuestros domicilios", advirtió Fernández.
La hija de Blach, Cristina, interrumpió la rueda de prensa y mostró su malestar por las preguntas de los periodistas. "Ellos no van a estar respondiendo preguntas, sólo quieren decir como vienen y ya hablaremos de esto con tiempo", expuso.