LD (EFE) Cuando F.S.P estaba en el aeropuerto internacional de Cancún, para coger el avión que le traía a España, una de las 44 cápsulas de cocaína que tenía en el estómago se rompió produciéndole la pérdida del conocimiento por insuficiencia cardiopulmonar. Inmediatamente fue trasladado al Hospital Americano de la ciudad mexicana, donde pasó la noche del domingo pasado, y donde murió en la mañana de este lunes.
El cónsul español en Cancún, Javier Marañón, ha asumido la responsabilidad de los trámites del traslado del cuerpo a España, tan pronto como terminen las diligencias de las autoridades mexicanas.
No es la primera vez que ocurre algo similar, puesto que el pasado mes de mayo Míriam González, venezolana de 39 años, murió tras dos semanas en estado de coma provocado cuando reventó uno de los 44 recipientes con 536 gramos de heroína que había ingerido.
