
L D (EFE) Grant fue protagonista de clásicos como Encadenados o Historias de Filadelfia, rey indiscutible de la comedia americana, uno de los actores más elegantes y el galán por excelencia entre las estrellas de Hollywood.
Pero como la mayoría de los grandes del firmamento fílmico, sus orígenes fueron humildes y problemáticos, tal y como cuenta Bonet en El capricho de las damas (T&B editores), que acaba de ponerse a la venta en España. Nació el 18 de enero de 1904 en Bristol (Reino Unido) con el nombre de Archibal Alexander, en un hogar de clase media baja y fue el segundo hijo de Elias y Elsie Leach.
Pero como la mayoría de los grandes del firmamento fílmico, sus orígenes fueron humildes y problemáticos, tal y como cuenta Bonet en El capricho de las damas (T&B editores), que acaba de ponerse a la venta en España. Nació el 18 de enero de 1904 en Bristol (Reino Unido) con el nombre de Archibal Alexander, en un hogar de clase media baja y fue el segundo hijo de Elias y Elsie Leach.
Su madre, que perdió a su hermano John en un accidente, se volcó en los cuidados de Cary, pero de una forma tan obsesiva que llegó incluso a no querer escolarizarlo. Un día al volver a casa, la madre no estaba y veinte años después el actor descubrió que seguía viva en un centro psiquiátrico. "Mi madre intentó asfixiarme con su amor", confesó el protagonista de Charada.
Mae West, su mentora
Hizo sus primeros pinitos en un teatro de variedades en 1917 y debutó en 1920 en Nueva York con el musical Good Times. En este viaje a América conoció a Douglas Fairbanks y Mary Pickford. En 1931 se convierte en Cary Grant, aunque tardó mucho en asumir las dos personalidades, rodó Singapore y firma su primer contrato con la Paramount, que vio en él un sustituto para Gary Cooper. En 1932 estrenó La venus rubia junto a Marlene Dietrich. La voluptuosa Mae West fue quien tras ver a Grant en un pasillo se empeñó en trabajar con él y, después de rodar Nacida para pecar y No soy ningún ángel, siempre se vanaglorió de haberle descubierto.
Ahí comenzó a despuntar como una estrella, algo que ya se confirmaría con el rodaje de La fiera de mi niña, junto a Katherine Hepburn, su pareja en grandes comedias. Por esa época comenzaron sus depresiones, sus problemas con el alcohol, incluso algún que otro intento de suicidio, según Bonet, quien también habla de sus experiencias con el LSD. Conoció al actor Randolph Scoot en Sábado de juerga, con quien decidió compartir piso, lo que dio pié a que se alimentara el mito de su posible bisexualidad, acrecentado por su inestabilidad matrimonial, de la que el mismo siempre se culpó. "En todas mis esposas busqué a mi madre y me encontré con sus defectos", dijo en una ocasión.
Ahí comenzó a despuntar como una estrella, algo que ya se confirmaría con el rodaje de La fiera de mi niña, junto a Katherine Hepburn, su pareja en grandes comedias. Por esa época comenzaron sus depresiones, sus problemas con el alcohol, incluso algún que otro intento de suicidio, según Bonet, quien también habla de sus experiencias con el LSD. Conoció al actor Randolph Scoot en Sábado de juerga, con quien decidió compartir piso, lo que dio pié a que se alimentara el mito de su posible bisexualidad, acrecentado por su inestabilidad matrimonial, de la que el mismo siempre se culpó. "En todas mis esposas busqué a mi madre y me encontré con sus defectos", dijo en una ocasión.
"Hollywood no supo encontrarle un sustituto"
Fue en 1934 cuando Grant se casó por primera vez, en concreto con la actriz Virginia Cherrill y se divorció en 1935; con la millonaria Barbara Hutton estuvo casado entre 1942 y 1945; con la actriz Betsy Drake entre 1949 y 1959, aunque durante este matrimonio tuvo un romance muy sonado con Sofía Loren; en 1965 contrajo matrimonio con Dyan Cannon, con quien al año siguiente y a los 61 años tuvo a su única hija Jennifer, pero el matrimonio duró sólo tres años. Su última esposa fue la publicista Barbara Harris, con quien estuvo hasta su muerte en 1986.
Lluis Bonet, que analiza película por película toda la filmografía de Grant, destaca que entre todos sus filmes, hay tres que son imprescindibles. Se trata de Historias de Filadelfia, "con la que se convierte en el rey de la comedia"; Sospecha, con la que Alfred Hitchcock descubrió "su faceta ambigua entre malo y bueno", y Con la muerte en los talones, en la que "demuestra claramente que no estaba dispuesto a perder la compostura ni corriendo delante de un avión", ni haciendo de mujer en La novia era él.
Bonet, asegura que tal y como dijo Billy Wilder, "Grant no recibió un Oscar hasta muy tarde porque la estatuilla estaba destinada a actores que hacían de enfermos, malos o parapléjicos, algo que no iba con él". Tuvo dos nominaciones por Serenata nostálgica (1941) y Un corazón en peligro (1945) y recibió un Oscar honorífico en 1970. Grant "creó su propio personaje, pero Hollywood no encontró un sustituto para él. Probaron con Rock Hudson y más tarde con George Clooney, pero él es único", comenta Bonet.
