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Mata a su hija de 13 meses para quedarse con el padre en una secta polígama

La mujer, que ha sido condenada a cadena perpetua, alegó locura y responsabilizó a su pareja. Él aseguró que su ex "era una manipuladora".

La mujer, que ha sido condenada a cadena perpetua, alegó locura y responsabilizó a su pareja. Él aseguró que su ex "era una manipuladora".
Captura de video de Chloe Alexis Diver, durante el juicio. | Court TV

Chloe Alexis Driver, de 24 años y natural de Tennessee, ha sido condenada este jueves a cadena perpetua después de ser declarada -el pasado mes de noviembre- culpable del asesinato de su hija de 13 meses por un tribunal de Georgia (Estados Unidos). El jurado consideró que la acusada era responsable del homicidio doloso de Hanna, con la concurrencia de crueldad infantil en primer grado y agresión agravada. No obstante, también determinó que se trataba de una enferma mental y eso otorgaría la libertad condicional una vez cumpla 30 años de cárcel.

La mujer, que acabó con la vida de su bebé de poco más de un año asentándole varias puñaladas en el cuello y otra en la parte superior de la espalda con un chuchillo de cocina, ha mantenido su inocencia durante todo el proceso judicial, alegando locura en el momento en el que cometió el asesinato (20 de diciembre de 2020). Su abogada, Angela Trethaway, responsabilizó a la que fuera su pareja (no en exclusiva) y padre biológico de la víctima, Benyamin Ben-Michaeil, por inducir a su defendida a cometer los terribles hechos de los que se le acusaban.

El varón, de 38 años y conocido con otro nombre (Brian Joyce), es el líder de un grupo que fue tachado por la letrada Angela Trethaway como "secta". Ella llegó a afirmar -en una de las vistas- que su cliente sufrió "años de abuso" por parte del gurú, que tenía al menos otras dos esposas cuando Chloe mató a su hija. Según el testimonio de la acusada, él no le permitía hablar con nadie y monitoreaba sus llamadas telefónicas con sus padres. Además, rechazaba la medicina y le habría obligado a dejar de tomar su medicación unos meses del suceso.

En la misma línea se habría manifestado Gabriella Kuykendall, quien también fuera pareja del líder sectario. La mujer, que testificó en el juicio, explicó que le conoció cuando ella tenía 17 años y él 33. Y -asegura- sufrió abusos físicos y psicológicos hasta que decidió dejarle para siempre. Driver, sin embargo, nunca logró romper del todo el vínculo. Desde la cárcel, le llamó más de 600 veces desde el 5 de febrero de 2021 hasta el 5 de mayo de 2023. Él, sin embargo, no ha mostrado aprecio alguno por ella. "No es una víctima", aseveró durante su declaración.

¿Asesina o enferma mental?

Responder a esa pregunta no es tarea sencilla. Los datos que se han revelado durante el juicio nos podrían llevar a pensar ambas cosas. Chloe ha asegurado, y así conta en documentos judiciales, que -cuando cometió el asesinato- "estaba en medio de un episodio psicótico que incluía paranoia, creencias delirantes, alucinaciones y pensamientos desordenados".

Todo -dice su abogada- originado por el "estilo de vida nómada, religioso y polígamo" de Brian Joyce (su pareja en aquel momento) al que hicieron referencia los fiscales en sus alegatos iniciales. Según el ministerio público, en ese momento Chloe era sólo una de las mujeres del gurú. La defensa aseguró por su parte que "esas creencias, junto con su enfermedad mental, la llevaron a una psicosis que derivó en la muerte de su hija".

El psicólogo forense Dr. McLendon Garrett -que testificó para la defensa y diagnosticó a Driver de esquizofrenia, delirios y trastorno límite de la personalidad- argumentó que la mujer se "preocupó" por intentar tener una vida normal para su hija. Cosa que demostraría el hecho de que antes del día de autos buscara en internet cómo lograr un certificado de nacimiento para Hannah.

Otros dos psicólogos que se entrevistaron con la acusada después del crimen también señalaron a Chloe como una enferma mental. Uno de ellos la diagnosticó de trastorno bipolar con efecto esquizofrénico y trastorno límite de la personalidad, mientras que la experta independiente Jacquelyn Zahm testificó que sus hallazgos la habrían llevado a cree que la mujer padecía las enfermedades mencionadas unas líneas más arriba.

¿La indujo el gurú?

¿Chloe era consciente de lo que hacía cuando cometió el crimen? ¿Lo premeditó o fue parte de un brote psicótico, como alega su defensa? El padre biológico de Hannah insistió ante el tribunal en que la madre de su hija "era una manipuladora" y no una víctima (como quería hacer creer al jurado).

Antes de que el juez dictara sentencia, ella leyó una declaración en la que decía que aceptaba su castigo "en paz". Nunca habría hecho lo que hizo si no hubiera perdido la cabeza, vino a decir. El miedo y el horror la desconectaron de la realidad, según manifestó. De esta manera parecía culpar a Benyamin Ben-Michaeil del estado que presentaba.

Entretanto, la Fiscalía apuntaba que la razón por la que asesinó a Hanna estaría relacionada con su deseo de quedarse sola con su pareja en el grupo que lideraba, que bebía orina como parte de un ritual (entre otras prácticas poco frecuentes). El doctor Garret señaló que el gurú le hizo creer a Chloe que era una pecadora y no había esperanza, ni para ella ni para su hija. Esto encajaría con que la homicida también se apuñalara a sí misma, el día de los hechos.

Un conocido de la pareja, la persona que llamó a emergencias tras ver sangre en la vivienda, explicó que Chloe fue la primera de las mujeres de Benyamin. Después llegaron las otras dos esposas. La madre de la acusada, Renee Driver, aseguró que por todas estas cosas intentó convencer a su hija de que se quedara con ella y no regresara con el gurú. Pero no lo consiguió.

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