
Tres pensionistas italianos, de 79, 77 y 75 años, han sido acusados de liderar una sofisticada red de contrabando de oro entre Italia y Suiza. Según informa Fanpage.it, la Fiscalía de Como apunta que los sospechosos gestionaban la adquisición, transporte y venta ilícita de lingotes y monedas de oro valorados en varios cientos de miles de euros.
La investigación se inició en 2020 cuando el principal acusado, un hombre de 79 años residente en Montano Lucino, fue detenido durante un control fronterizo rutinario. El varón llevaba consigo 30.000 euros en efectivo, lo que despertó las sospechas de las autoridades.
El posterior registro de su domicilio desveló un alijo de monedas de oro, relojes de lujo y circonitas, lo que marcó el inicio de una extensa operación para desmantelar esta red criminal que -según se desprende de las pesquisas policiales- estaba perfectamente organizada.
Roles claramente definidos
El entramado, según los informes de la Guardia di Finanza, estaba diseñado con precisión. Un ex joyero de 77 años, propietario de una tienda en las proximidades de la Piazza Duomo de Milán, se encargaba de adquirir y preparar los cargamentos de oro, aprovechando sus contactos en el sector.
Posteriormente, estos cargamentos eran entregados a un intermediario de 75 años, quien los pasaba al transportista de 79 años. Este último cruzaba la frontera hacia Suiza para vender el oro.
La acusación describe el funcionamiento de la red como una auténtica "carrera de relevos": uno de los cómplices viajaba por adelantado para inspeccionar posibles controles policiales y garantizar el éxito de cada transporte.
Lo incautado, una pequeña muestra
La operación policial concluyó con la incautación de 14 lingotes de oro, más de 15 monedas de colección y cerca de ochenta láminas de oro. Aunque este botín tiene un valor significativo, las autoridades insisten en que representa solo una fracción de las actividades reales de esta red.
"La magnitud del tráfico supera ampliamente lo incautado", señalaron fuentes de la Guardia di Finanza, que continúa investigando la posible implicación de colaboradores en Suiza. Además, la Fiscalía está siguiendo la pista de otros esquemas similares que podrían estar operando bajo estructuras parecidas.
¿Parte de otra red mayor?
Lo más llamativo del caso es el perfil de los acusados, quienes, debido a su edad avanzada, lograron evadir sospechas durante años. Según destacan desde las autoridades, este tipo de perfiles puede estar siendo utilizado deliberadamente por redes criminales para evitar el escrutinio de los controles fronterizos.
La Fiscalía de Como espera desvelar la magnitud total de las operaciones y sigue analizando la documentación incautada para identificar posibles conexiones internacionales. Las autoridades también investigan si esta red forma parte de un esquema más amplio de tráfico de metales preciosos, que podría tener ramificaciones en otros países.

