
Una mujer de 58 años falleció durante la madrugada del domingo 25 de mayo en un apartamento del bulevar Finot, en Saint-Denis (Francia), tras ingerir de forma accidental una botella de agua con gas que contenía GHB, una droga sintética altamente peligrosa que su hijo había almacenado sin precaución. El joven, de 25 años, regresó a casa en torno a las 4:30 de la madrugada y se encontró con el cuerpo de su madre desplomado en el suelo de la cocina. A su lado, una botella volcada de la marca Perrier que, en lugar de agua, contenía la sustancia narcótica que provocaría la muerte de la mujer pocos minutos después.
Llamada desesperada
Presa del pánico, el hijo alertó a los servicios de emergencia sobre las 5:00, según ha confirmado TF1info. Los bomberos y personal sanitario acudieron rápidamente al domicilio, donde hallaron a la mujer en parada cardiorrespiratoria. A pesar de los esfuerzos de reanimación, nada se pudo hacer por salvar su vida. La fiscalía de Bobigny ha precisado que la víctima habría ingerido una dosis letal de GHB en forma líquida, extremo que será confirmado tras la autopsia, prevista en los próximos días. La fallecida, nacida en enero de 1967, fue declarada muerta en el lugar de los hechos, según corroboraron también fuentes citadas por Paris Match.
Material incautado en el registro
Durante el registro del apartamento, los agentes incautaron cuatro botellas adicionales que contenían la misma sustancia, además de más de 3.000 euros en efectivo. El GHB, conocido popularmente como "éxtasis líquido", se ha convertido en una sustancia habitual en ciertos entornos festivos y sexuales, fenómeno conocido como chemsex. Su aspecto incoloro, su bajo coste y la facilidad de acceso a través de internet hacen que su uso se haya disparado, a pesar de los peligros que entraña: desde pérdidas de conciencia hasta el coma o la muerte. En este caso, el hecho de que estuviera camuflada en una botella de agua corriente resulta especialmente alarmante.
El joven, conocido por la policía y la justicia por antecedentes relacionados con drogas, fue detenido poco después de la tragedia. Sin embargo, su estado psicológico —descrito como de profundo shock— motivó que se levantara la custodia policial al día siguiente. Actualmente permanece ingresado en un centro hospitalario por decisión médica, mientras las autoridades tratan de esclarecer todos los detalles del suceso. La comisaría de Saint-Denis ha abierto una investigación por homicidio involuntario, exposición al peligro de la vida ajena y violaciones de la legislación sobre estupefacientes, según ha confirmado la fiscalía.

