El padre Marcelino a las niñas que lo acusan de abuso sexual: "Si se lo cuentas a alguien, tus padres se van a morir"

Como hicieran el lunes dos alumnas de primero de Primaria del colegio Highlands El Encinar en Madrid, otras dos menores de las seis que inicialmente presentaron denuncia contra el Padre Marcelino —después se han detectado al menos dos víctimas más de quien fuera capellán del centro escolar, hasta su detención— han ratificado este jueves en sede judicial sus denuncias de agresión sexual contra el religioso.

Han sido testimonios "muy duros", ha asegurado a la salida de la sesión el abogado Juan Ignacio Fúster-Fabra, que representa a dos de las niñas que acusan al cura de abusos. Las pequeñas han podido declarar "con toda tranquilidad y con todo el apoyo" en la denominada cámara Gésel, más amable y confortable que las salas comunes. Y, en ese marco, las niñas —que tienen 5 y 6 años de edad— han podido explicar cómo se produjeron los presuntos abusos.

Según la información facilitada por fuentes judiciales a Libertad Digital, los relatos que las denunciantes han ofrecido —en las sesiones celebradas tanto lunes como el jueves en Plaza de Castilla— son coincidentes: Marcelino les obligaba a bajarse los pantalones, les hacía cosas feas (tocamientos en el "culete" de delante y de detrás, en referencia a la vagina y el ano), le decían que nos les gustaba y —aun así— él seguía.

Por lo que han explicado algunas de ellas, en ocasiones lo hacía con agresividad. Especialmente cuando intentaban negarse. Una de las menores ha señalado que les hacía "chas chas", en alusión a que le hacía daño. Los presuntos abusos, que —por lo que dicen las menores— habrían tenido lugar en varios lugares (incluidos el baño para discapacitados y el oratorio), se producían en un clima de tensión y miedo.

"Tus padres se van a morir"

Marcelino les metía miedo, para no ser descubierto. "Si se lo cuentas a alguien, tus padres se van a morir", aseguran las niñas que les decía el sacerdote antes y después de abusar de ellas. A pesar de todo, al menos de ellos han destacado que le habían dicho varias veces a dos profesoras lo que les hacía el padre Marcelino y no las creyeron.

Cabe recordar que la juez que investiga las presuntas agresiones sexuales cometidas por el cura sobre las alumnas del Highlands también tomará declaración como testigos —el próximo 17 de junio— al exdirector del colegio y a las dos profesoras que las niñas afirman tenían conocimiento de los hechos denunciados y no habrían hecho nada al respecto.

Los padres de algunas de las víctimas creen que pudo haber responsabilidad civil subsidiaria tanto del centro como de los Legionarios de Cristo, ya que —según recogen los informes policiales y demuestran las grabaciones de as cámaras de seguridad del centro— el acusado "permanecía constantemente con menores de edad, y las conducía a zonas reservadas del colegio, sin que se dieran cuenta el resto de los empleados".

El estado de las menores

Tal y como hicieran ante la policía, los padres de las menores (a los que también se han tomado declaración estos días en sede judicial) han destacado el cambio de comportamiento y también de ánimo que han experimentado sus hijas coincidiendo con los episodios que ahora relatan.

La madre de una de ellas ha explicado ante la juez que su hija dijo en casa que "tenía en la cabeza monstruitos que le hacían sentir mal" y otra ha contado que la suya hacía referencia a que sentía cosas en el pecho y les pedía a su padres que "por favor se las quitaran".

Como cabe esperar, las familias de las víctimas esperan que se haga justicia y que lo que han sufrido sus hijas no se vuelva a repetir. También que se aclare si las personas que estaba a cargo de las pequeñas tenían conocimiento de los hechos denunciados y decidieron mirar para otro lado.

Dos nuevos casos

El colegio Highlands El Encinar ha comunicado recientemente dos nuevos casos de presuntas agresiones sexuales a niñas de primero de Primaria por parte del padre Marcelino. Sus relatos emergieron en el marco de unos talleres puestos en marcha por el centro para prevenir y detectar situaciones de abuso infantil en el entorno escolar.

Por tanto, a día de hoy, podemos afirmar que ya se han localizado al menos al menos ocho víctimas que afirman haber sido objeto de los abusos del religioso, del muchas familias se habían quejado por mantener comportamientos inapropiados con los alumnos (a los que hacía pequeños regalos permanentemente, a pesar de que iba en contra del código de conducta del colegio y había sido apercibido en varias ocasiones por ese motivo).