Un argelino siembra el pánico con un cuchillo: amenaza a menores, se atrinchera en su balcón y se enfrenta a la Policía

Un argelino de 50 años y con antecedentes psiquiátricos, fue detenido en la noche del domingo en Elche (Alicante) tras protagonizar un violento episodio que mantuvo en vilo al barrio de Carrús. Los hechos comenzaron en torno a las 20:30 horas, cuando el individuo sufrió un brote psicótico y salió de su domicilio con un cuchillo de 14 centímetros de hoja.

En primer lugar, accedió a una panadería donde, tras pedir dos barras de pan, utilizó una de ellas como distracción mientras amenazaba a la hija del propietario. Tras ello, continuó caminando por la calle con el cuchillo en la mano, intimidando también a otras menores en su camino, incluida otra niña a la que amenazó directamente.

Numerosas llamadas de vecinos y del propio panadero alertaron a las fuerzas de seguridad. Varias patrullas de la Policía Local y la Policía Nacional se desplazaron al lugar. Al percatarse de la presencia policial, el hombre se refugió en su vivienda y se atrincheró en el balcón, donde comenzó a autolesionarse delante de los vecinos. Algunos de ellos grabaron la escena, en la que se le veía gritar, cortarse los brazos y amenazar con clavarse el cuchillo en el pecho.

"Se está hincando el cuchillo en el pecho"

Desde la calle y los edificios cercanos, los testigos observaban una escena tan surrealista como peligrosa. "¡Ay, mamá, que se está hincando el cuchillo en el pecho!", se escuchaba decir a un vecino en uno de los vídeos grabados desde su casa.

Cuando los agentes entraron en el domicilio, la situación se volvió aún más tensa. El hombre se abalanzó sobre un agente de la Policía Nacional que portaba un escudo protector, iniciándose un forcejeo. Fue entonces cuando un inspector de la Policía Local de Elche, se lanzó sobre el implicado aprovechando un momento de distracción y logró reducirlo, con la ayuda de otros cinco agentes. Finalmente, lograron detenerlo sin que hubiera heridos graves entre los agentes.

El detenido presentaba una docena de cortes autoinfligidos en brazos y otras partes del cuerpo. Fue trasladado al hospital, donde quedó ingresado tras ser intervenido quirúrgicamente. Durante el trayecto al centro sanitario, mantuvo su actitud agresiva, incluso intentando atacar al personal sanitario en el centro de salud mental al que fue derivado posteriormente.

Gracias a la rápida y coordinada intervención entre la Policía Local y la Policía Nacional, y especialmente al valor del inspector que encabezó la reducción, se evitó una tragedia mayor. Los vecinos, que fueron testigos de todo desde sus balcones, aplaudieron la actuación de los agentes tras la detención.