El pequeño Yazdan, un niño afgano de tan solo dos años que llegó a Rusia junto a su madre, ha despertado del coma tras sufrir una salvaje agresión en el aeropuerto de Sheremetyevo, en Moscú. El niño, que presentaba heridas críticas, evoluciona favorablemente y ya se encuentra fuera de peligro vital, según han confirmado fuentes médicas.
El suceso ocurrió el pasado 24 de junio. Vladimir Vitkov, un ciudadano de Bielorrusia de 31 años, atacó sin previo aviso al menor, al que agarró en brazos para, después, estrellarlo con violencia contra el suelo en la zona de recogida de equipajes del aeropuerto. Las consecuencias fueron devastadoras: fracturas en el cráneo y la columna, y un estado crítico que mantuvo al niño en coma durante varios días.
Evolución médica
Afortunadamente, Yazdan ha dado muestras de una notable resistencia. Los médicos han comunicado que puede alimentarse por sí mismo y reacciona a estímulos, aunque continúa bajo observación para valorar posibles secuelas neurológicas y el evidente trauma psicológico. La madre del niño, visiblemente afectada, ha relatado que su hijo ha desarrollado un miedo intenso a cualquier desconocido, un signo evidente del impacto emocional que arrastra.
El agresor fue detenido en el mismo aeropuerto poco después del ataque. Las autoridades informaron que portaba drogas y dio positivo por consumo de cannabis. Además, se ha sabido que fue despedido recientemente de un trabajo en Egipto tras no superar controles de drogas y alcohol. Durante su primer interrogatorio, el propio Vitkov confesó haber intentado asesinar al niño y atribuyó su comportamiento al estado de embriaguez por sustancias estupefacientes.
Vitkov permanece bajo custodia y se enfrenta a cargos por intento de asesinato y agresión agravada. La justicia rusa prepara su enjuiciamiento. Para la familia de Yazdan, sin embargo, la prioridad no es la condena, sino que el pequeño reciba toda la ayuda médica y psicológica necesaria para superar una agresión tan incomprensible como cruel.