
Abarrafia H., el marroquí de 20 años con orden de deportación acusado de quemar viva a una menor de 17 años en Las Palmas, ha sido enviado a prisión provisional, comunicada y sin fianza por el Juzgado de Instrucción número 4 de Las Palmas de Gran Canaria. Al acusado se le investiga como presunto autor de los delitos de homicidio en grado de tentativa y lesiones por las graves quemaduras sufridas por la víctima el pasado 16 de julio en el barrio de La Isleta.
La joven, de nacionalidad española y tutelada por el Gobierno de Canarias en un centro de menores, fue encontrada por la Policía en un solar utilizado por okupas, con quemaduras que afectaban al 95% de su cuerpo. Según el testimonio de la víctima, antes de perder el conocimiento señaló al acusado como el responsable: "Fue él. Me lanzó un papel prendido", expresó la menor a los agentes que la socorrieron. La víctima fue evacuada de urgencia a la Unidad de Quemados de Sevilla, donde todavía permanece ingresada en estado crítico.
Abarrafía H., que llegó a España en patera hace pocas semanas y cuenta con un expediente de expulsión, fue detenido el pasado miércoles en el lugar de los hechos. Ante la Policía, alegó que se trató de un accidente. El joven aseguró que el fuego comenzó cuando una colilla prendió el colchón en el que ambos se encontraban cuando estaban fumando. Sin embargo, los investigadores lo acusan de haber provocado el incendio de forma deliberada, utilizando papel y combustible.
El magistrado Tomás Martín, titular del Juzgado de Instrucción número 3, alargó su detención el viernes 18 de julio para practicar diligencias adicionales, como informes forenses sobre las lesiones y un análisis de la Policía Científica sobre el foco del fuego. Además, el juez pidió aclarar si es posible que dos personas en un mismo colchón sufran daños tan diferentes, ya que el acusado tan solo presenta una quemadura leve y apenas inhaló humo.
No había una relación afectiva
El caso –investigado en un primer momento por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2– fue derivado posteriormente al Juzgado de Instrucción número 4, ya que no se acreditó una relación afectiva entre la víctima y el agresor. La investigación sigue abierta, a la espera de los informes policiales y médicos que determinarán si el incendio fue intencionado o accidental.


