
"Mi nombre es Tomás Ghisoni. Estoy haciendo este vídeo para contar algo que me costó años decir en voz alta: cuando era adolescente, acusé falsamente a mi padre de algo gravísimo. Y lo más difícil de admitir es que sostuve esa acusación durante más de 10 años".
Son las palabras con la que un joven argentino de 23 años comienza una conmovedora confesión pública que ha dado la vuelta al mundo. Su padre —el obstetra Pablo Ghisoni— ha pasado tres años en prisión preventiva por culpa de unas acusaciones que eran "mentira".
"Hace aproximadamente dos meses, y no por un clic mágico e instantáneo, sino por un proceso largo y doloroso, empecé a ver con claridad", asegura en su video el estudiante de Derecho. "Crecí escuchando que mi papá era peligroso, que tenía que tener miedo, que nos había hecho daño".
"Yo, como hijo, creí lo que me decían", afirma. "No fue una mentira inventada por mí, fue una historia sostenida, repetida, impuesta por una figura adulta en la que yo confiaba plenamente: mi madre". "Esa historia", añade, "con el tiempo se transformó en una verdad emocional" aunque "no tenía sustento realmente".
Las consecuencias para su padre fueron terribles, tanto para su salud como para su vida. "Perdió su trabajo, su nombre, su salud, su dignidad", reflexiona el joven. "Yo también perdí. Perdí la verdad, perdí la confianza en mí mismo, a mi familia y a mi papá durante más de una década".
Aisló a sus hijos
Según ha explicado Tomás en sendas entrevistas en medios argentinos después de la difusión del video, su madre también "destruyó los vínculos" que tanto él como su hermano pequeño (que sigue siendo menor y vive con ella) tenían con otros familiares, incluidos sus abuelos y tíos maternos "porque no la apoyaban".
En declaraciones al programa ‘Telenoche’, el joven explicó que fue precisamente su familia materna la que "me hizo ver que ella ya tenía esta personalidad manipuladora desde antes". "Llegó a decir que mi abuelo también era un abusador. Ahí dije: ‘Algo acá no está bien’", exclamó.
La búsqueda de la verdad
"Con los años empecé a ver cosas que no me cerraban: contradicciones, manipulaciones, gestos, silencios...", sigue, "fue un proceso hasta que por dentro, algo mío, quebró y entendí que la historia que yo había defendido con tanta fuerza no era cierta".
"Yo no fui abusado. No fui una víctima de mi padre, pero sí fui usado. Fui utilizado como una cosa. Fui víctima de un entorno que me enseñó a repetir un relato, que me enseñó qué decir, cómo dibujar, qué no decir (...). Yo sin entenderlo del todo, lo hice y eso destruyó a un hombre inocente".
Las denuncias falsas son abuso
"No estoy de acá para negar que existen abusos reales, porque sí los hay y merecen justicia", indica en el video. "Pero también estoy acá para decir que las falsas denuncias también sobre una forma de abuso, porque roban años, destruyen familias, siembran desconfianza en las voces que sí necesitan ser escuchadas". "Una ley que regule las falsas denuncias no es una amenaza para las víctimas reales", reflexiona el estudiante de Derecho.
"Al contrario, es una forma de cuidar la verdad y que no sea utilizada como un arma, de que el sistema no pierda legitimidad por quienes lo utilizan con otros fines". Según explica el joven, en estos últimos años ha podido conocer historias de abusos reales que "me conmovieron y hasta me despertaron". Le dieron las fuerzas necesarias para "buscar la verdad". "La justicia debe proteger a quienes realmente sufrieron, pero también debe cuidar que nadie más sea condenado por una mentira".
"Yo no estoy acá para tirar piedras y buscar culpables, no cambié de vereda para atacar desde el otro lado. Estoy acá porque elegí salir del silencio y de la confusión. No estoy hablando por rencor, hablo con dolor y con vergüenza. Pero principalmente con verdad", asegura. "Aprendí que callar una mentira también es sostenerla. Hoy quiero que mi historia sirva para que nadie más, ni víctima ni inocente, sea destruido por un sistema que no se atreve a escuchar todas las voces", sentencia. "Esta es la mía y por primera vez la estoy diciendo con libertad".
La situación del padre
El padre de Tomás, Pablo Ghisoni, fue absuelto el 12 de septiembre de 2023 por el Tribunal en lo Criminal N°3 del Departamento Judicial Lomas de Zamora. De hecho, el fiscal ni siquiera lo acusó al considerar que no había elementos suficientes ni siquiera para sostener la imputación.
El 27 de mayo de 2025 la Sala I del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires rechazó el recurso de apelación presentado por Andrea Karina Vázquez, la mamá de los hijos de los tres hijos de Pablo Ghisoni. El mayor nunca se dejó influir por la mujer y terminó también en el banquillo de los acusados, aunque fue absuelto.
¿ Y ahora qué?
El fiscal de juicio N°1 de Lomas de Zamora, Jorge Bettini Sansoni, presentó hace unos días una denuncia para investigar si la mujer incurrió en los delitos de "falso testimonio calificado, instigación a la comisión del delito de falso testimonio y asociación ilícita".
Existe la sospecha es que Vázquez pudiera haber pagado a peritos para que presentaran pruebas a su favor en la denuncia de sus dos hijos menores presentaron en su momento contra su padre —según dice ahora el mayor de ellos, Tomás— alentados por su madre, que incluso les felicitaba cuando le hacían desplantes.

