
Países Bajos ha registrado uno de sus accidentes de globo aerostático más graves en décadas. Ocurrió la pasada noche en la localidad de De Hoeve, en la provincia de Frisia, y se saldó con la muerte de una mujer de 66 años y cinco personas heridas de gravedad, tres de ellas en estado especialmente delicado.
La víctima mortal, vecina de Opsterland, trabajaba en una clínica veterinaria de Gorredijk. El paseo en globo, organizado como regalo para una empleada que cumplía cuarenta años de servicio, reunió a varios compañeros de trabajo y un exempleado; tres de ellos resultaron heridos, dos de gravedad. "Ha sido un golpe tremendo para nosotros", declaró un portavoz del centro, que permanecerá cerrado durante los próximos días.
Una maniobra de aterrizaje frustrada
La aeronave —el globo más grande de Países Bajos— había despegado de Joure sobre las 20:00 horas con 34 adultos a bordo, incluidos el piloto y el copiloto. Tras una hora de vuelo, buscaba un lugar para aterrizar cuando una ráfaga de viento inesperada provocó que ganara velocidad y volcase. "Al aterrizar, algo salió mal: debido a una ráfaga de viento repentina, el globo aerostático hizo un desplazamiento hacia adelante", explicó a RTL Nieuws un portavoz de la Real Asociación Neerlandesa de Aeronáutica (KNVvL), quien añadió que con viento fuerte "se puede alcanzar una velocidad de 20 a 30 kilómetros por hora". Se desconoce la velocidad exacta en el momento del impacto.
La Real Asociación Aeronáutica de Países Bajos señaló que el globo rebotó varias veces contra el suelo y que varios pasajeros salieron despedidos. El portavoz de la región de seguridad confirmó que algunas personas cayeron de la cesta durante el aterrizaje, aunque no precisó cuántas.
Intervención de los servicios de emergencia
Los servicios de emergencia llegaron rápidamente al lugar, pero no lograron reanimar a la mujer fallecida. Un testigo relató a RTL Nieuws que "fue muy rápido y muy brusco. En lugar de reducir la velocidad, parecía que la aumentaba".
Las autoridades neerlandesas investigan todavía las causas del siniestro. Según los medios locales, en el momento del aterrizaje las ráfagas de viento pudieron alcanzar los 31 km/h, por encima del límite de seguridad para este tipo de aeronaves. Dos inspectores del Consejo de Seguridad holandés trabajaron durante toda la noche en el lugar, y la policía aérea continúa hoy con las pesquisas.

