
Una tragedia ha sacudido a la localidad siciliana de Santa Croce Camerina, en la provincia italiana de Ragusa. Un niño de tan solo dos años perdió la vida tras caer en una piscina inflable instalada en la casa vacacional de su familia.
Según las primeras reconstrucciones, el pequeño se encontraba en la residencia costera junto a sus abuelos y otros familiares, quienes en ese momento estaban a cargo de su cuidado. En un breve descuido, el niño logró escapar de la supervisión de los adultos y se dirigió hacia la piscina inflable instalada en el exterior de la vivienda.
Se estima que accedió al agua por su cuenta, probablemente subiendo por la pequeña escalera que permitía la entrada a la piscina. Fue su abuela quien, minutos después, lo encontró flotando inconsciente. Inmediatamente, alertó a los servicios de emergencia.
Los intentos de reanimación
A los pocos minutos, llegaron los equipos médicos de emergencia, quienes iniciaron de inmediato maniobras de reanimación cardiopulmonar. Sin embargo, pese a los esfuerzos realizados, no fue posible salvar la vida del menor. El médico presente solo pudo confirmar su fallecimiento.
El caso ha generado un profundo dolor entre los vecinos y residentes de Santa Croce Camerina, donde la familia pasaba unos días de descanso.
Las autoridades italianas han abierto una investigación para determinar con exactitud la dinámica de los hechos. Al lugar acudieron los Carabineros de Ragusa, así como agentes de la estación local de Santa Croce Camerina, quienes están a cargo de las pesquisas.
Por el momento, no se contemplan indicios de delito ni sospechas de negligencia intencionada. Las pesquisas se centran en establecer cuánto tiempo estuvo el niño sin supervisión y si existían medidas de seguridad adecuadas alrededor de la piscina inflable, como barreras físicas u otros mecanismos de prevención.
El alcalde de Santa Croce Camerina, Giuseppe Dimartino, expresó públicamente su pesar por lo ocurrido y subrayó el dolor compartido por toda la población. En declaraciones recogidas por medios locales, afirmó: "Cuando llegaron los socorros, no había nada más que hacer".

