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El delirio religioso de una madre amish acaba con la vida de su marido y su hijo de 4 años

La mujer, que creía "conversar con Dios", les ordenó que se metieran en el agua para "demostrar su fe". Ambos se ahogaron.

La mujer, que creía "conversar con Dios", les ordenó que se metieran en el agua para "demostrar su fe". Ambos se ahogaron.
Captura de video de la zona la que se registraron los hechos. | WKYC

Una madre amish está acusada de la muerte de su marido y su hijo de 4 años, el pasado sábado, en el lago Atwood de Ohio (Estados Unidos). Sus cuerpos fueron localizados por la policía después de que la oficina del sheriff recibiera el aviso de los guardabosques —alrededor de las 10.30 horas de la mañana— por un incidente que había acabado con una mujer y tres jóvenes con un carrito de golf en el agua.

Cuando los agentes llegaron al lugar y rescataron a los ocupantes del pequeño vehículo, la mujer —de 40 años— y tres de sus hijos —una adolescente de 15 años y sus hermanos gemelos de 18—, rápidamente detectaron que el siniestro había sido intencionado. Aunque en ese momento no alcanzaban a imaginar el terrible desenlace.

Tras ayudarla a salir del agua, la madre "hizo declaraciones acerca de conversar con Dios", explica la Oficina del Sheriff del Condado de Tuscarawas en un comunicado difundido a través de Facebook, que despertó la preocupación de los investigadores por la vida de su marido y su hijo de 4 años, a los que no lograron localizar en ese momento.

La familia amish al completo, que residía en el condado de Homes, se encontraba en la zona de Atwood Marina West pasando el fin de semana. "A lo largo del día, se registraron numerosos lugares sin encontrar al niño de cuatro años o al marido", señala el texto. "Se hizo evidente" que la mujer había tenido algo que ver en lo que le había ocurrido a ambos.

Los buzos localizaron al pequeño poco después de las seis de la tarde en el fondo del lago, al final de un muelle de barco en el que el menor había sido visto junto a su madre unas horas antes. En ese momento, el hombre adulto —el padre de la familia— seguía desaparecido. Su cadáver fue hallado sobre las 8.30 horas de la mañana del domingo.

Una prueba de fe

La acusada, miembro de una comunidad amish, les ordenó que se lanzaran al agua como para que "demostraran su valía". Así lo reconoció ella misma a los agentes. La mujer asegura que "estaba escuchando voces que ella creía que eran Dios", ha explicado ante los medios el sheriff Orvis Campbell, y les decía que "ella y su esposo debían pasar estas pruebas para demostrar su fe".

Inicialmente, pidió a su marido —Marcus Miller, de 45 años— que se metiera en el lago. Pero no superó la "prueba". Ella creyó que había fallado "por falta de fe", ha señalado Campbell, y exigió al pequeño Vincen que también se metiera. El menor también se ahogó en el lago y ella pensó entonces que era "el precio a pagar". "Arrojó al niño de 4 años porque era lo que necesitaba hacer como ofrenda a Dios".

"Hizo que los otros niños pasaran por distintos rituales", añade el sheriff, "y en un momento dado decide que tiene que llevarlos también al lago". "Honestamente, volcó el carrito" en él, asevera el sheriff, "pero no era lo suficientemente profundo y se levantaron de inmediato". Aunque "traumatizados", los jóvenes resultaron "ilesos" y han sido trasladados con otros familiares que —ha asegurado Campbell— han colaborado durante la investigación.

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