
Los hechos ocurrieron el pasado 29 de septiembre, cuando el arrestado transitaba por un polígono industrial de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz.
La Policía Nacional le dio el alto tras detectarle realizando una conducción evasiva, rodando en repetidas ocasiones por las mismas calles y realizando adelantamientos súbitos. Además los agentes se percataron de que el vehículo presentaba una suspensión anormal, más baja de lo habitual, siendo un signo evidente de portar gran cantidad de peso en la zona de carga.
La sorpresa vino cuando abrieron la furgoneta y encontraron 25 fardos de hachís que estaban organizados por tabletas precintadas con film transparente y marcadas con distintos logos.
La cantidad total incautada ascendió a una tonelada de la sustancia estupefaciente. Unos hechos por los que el conductor fue detenido como presunto responsable de un delito contra la salud pública, siendo puesto posteriormente a disposición judicial.
