
Tres carabineros han fallecido y otros 15 agentes, entre carabineros y policías, han resultado heridos durante el desalojo de una vivienda de Castel d'Azzano, en Verona (Italia). Los habitantes del inmueble abrieron el gas y provocaron una explosión cuando las fuerzas del orden se disponían a entrar en el domicilio, con el objetivo de evitar su desahucio.
Los responsables, tres hermanos ganaderos ahogados por las deudas, ya han sido arrestados. Dos de ellos —un hombre y una mujer que han sufrido quemaduras— han sido detenidos en el lugar de los hechos. El tercero ha logrado escapar en un primer momento pero ha sido capturado poco después en un campo de su propiedad, sin oponer resistencia.
¿Atentado premeditado?
La explosión no sería un acto improvisado, teniendo en cuenta que los autores ya habían amenazado en ocasiones anteriores con hacer saltar por los aires el inmueble si intentaban desalojarles y —según ha explicado el teniente alcalde de la localidad— "habían almacenado bombonas de gas durante un tiempo".
Según informa el diario La Repubblica, solo unos días antes de los hechos "uno de ellos dijo que se inmolaría" si se vendía la propiedad. Los agentes han encontrado al menos cinco bombonas y varios cócteles molotov durante el registro, lo que consideran prueba irrefutable de sus intenciones homicidas.
Además, los hermanos ganaderos eran conocedores de que el desahucio se terminaría produciendo tras haber agotado la vía de la negociación sin éxito. Las fuerzas del orden llevaban varios días intentando convencerles de que abandonaran la propiedad voluntariamente.
3 muertos y 15 heridos
Finalmente, decidieron cumplir con sus amenazas cobrándose la vida de los agentes Marco Piffari, Davide Bernardello y Valerio Daprà. "Sacrificaron sus vidas, cumpliendo su deber hasta el final al servicio de la patria', en palabras del ministro de Defensa, Guido Crosetto. Los 15 heridos se encuentran hospitalizados, afortunadamente en estado leve.
Con profondo dolore apprendo della tragica scomparsa di tre Carabinieri e del ferimento di altri tredici tra militari dell’Arma, Vigili del Fuoco e Polizia, a seguito di un’esplosione avvenuta durante un’operazione di sgombero nel Veronese.
— Giorgia Meloni (@GiorgiaMeloni) October 14, 2025
Il mio cordoglio e quello del Governo… pic.twitter.com/kq4cJZ2E3h
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha expresado su "profundo pesar" por los hechos descritos y ha mostrado su apoyo a "todos los agentes del orden y los bomberos, que trabajan cada día con dedicación y valentía al servicio del Estado".
La investigación de los hechos
Los tres hermanos a los que se les atribuye la muerte de los carabineros son dos hombres y una mujer, todos ellos sexagenarios. Los primeros en ser detenidos han sido Dino y María Luisa Ramponi, que han sido rescatados de entre los escombros a los que ha quedado reducida la vivienda de dos plantas, mientras que Franco —el mayor de los Ramponi— logró huir y llegar hasta una finca de su propiedad, donde finalmente fue arrestado.
Las primeras pesquisas policiales llevan a pensar que la mujer fue la causante de la detonación, según informa el diario Il Giornale. No obstante, la idea les rondaba la cabeza desde hace tiempo a los tres hermanos. Los Ramponi ya habían protagonizado incidentes similares en el pasado. Al menos en dos ocasiones disuadieron al alguacil de acercarse a la casa abriendo una bombona de gas, recuerda el diario italiano.
Se investiga si los arrestados eran conocedores del alcance que podía tener la explosión y si el objetivo era causar víctimas. De momento, los tres hermanos están acusados de homicidio premeditado. "Para nosotros y los Carabineros no hay duda al respecto", ha señalado el fiscal de Verona —Raffaele Tito—. Tanto es así que están "evaluando la acusación de masacre", ha anunciado.

