
Los vecinos de Andoain viven con miedo tras la llegada de Joaquín Ferrándiz, conocido como Ximo Ferrándiz, y Alejandro Martínez Singul, dos criminales de los años 90 con un historial de violencia sexual que vuelve a generar alarma en las localidades donde residen.
Ferrándiz, condenado por asesinar y violar a cinco mujeres en Castellón en 1998, cumplió los 25 años máximos de prisión permitidos por la ley y, tras salir en 2023, se instaló en Andoain –ciudad y municipio español situado en la comarca de San Sebastián–. Los vecinos han colocado carteles de advertencia en la plaza del pueblo, junto a la Iglesia y el Ayuntamiento, donde se lee: "¡Cuidado! Violador y asesino de cinco mujeres suelto", acompañados de su fotografía actual.
El historial de Ferrándiz, que comenzó con agresiones sexuales y derivó en asesinatos para silenciar a sus víctimas, ha despertado la preocupación de la comunidad.
"La duda no es si va a reincidir, la duda es cuándo y en qué grado"
Alfonso Egea, periodista especializado en sucesos, analiza la situación en el programa En casa de Herrero, de esRadio. "Cuando Ximo decidió matar a cinco y casi matar a dos, venía de haber violado a una, que se nos olvida. Se le condenó por violación, se le puso en libertad y se puso a matar. La duda no es si va a reincidir, la duda es cuándo y en qué grado".
Por su parte, Martínez Singul, conocido como "el segundo violador del Ensanche de Barcelona", fue condenado en 1993 a 65 años de cárcel por diez agresiones sexuales a menores. Tras su liberación definitiva en 2013, se sometió voluntariamente a castración química, aunque su efectividad actual es incierta. Recientemente ha sido visto malviviendo en un banco del barrio barcelonés de Sant Antoni, a pocos metros de un colegio, lo que ha generado alarma entre los vecinos y la propagación de la noticia a través de redes sociales y grupos de WhatsApp.
La reinserción de este tipo de delincuentes
Egea advierte sobre las limitaciones del sistema judicial y la reinserción de este tipo de delincuentes: "Nuestro sistema no está a la altura de este tipo de delincuentes. Ferrándiz declaró que no actuaba por deseo sexual, sino por el poder de destruir a otro ser humano. Son personas capaces de hacer mucho daño y el debate sobre medidas como la cadena perpetua debería tenerse en cuenta, aunque para un número muy reducido de casos".

