
La acusación particular, ejercida por la Comunidad de Madrid, ha pedido la apertura de juicio oral contra Domingo —médico de urgencias de 57 años del Hospital Gregorio Marañón— y su esposa Mercedes, de 44 años. Se les atribuyen presuntos malos tratos físicos y psicológicos, humillaciones, torturas y abusos sexuales continuados contra sus ocho hijos menores, durante al menos ocho años, en su chalet de Colmenar Viejo. Para el padre piden 266 años de prisión y para la madre 185, además de una indemnización conjunta superior a los dos millones de euros.
Los hechos salieron a la luz el 29 de marzo de 2023 cuando una de las hijas mayores, de 15 años, denunció la situación en su instituto. La Guardia Civil encontró la vivienda en condiciones de extrema insalubridad, con persianas siempre bajadas y solo el despacho y el baño privado del padre perfectamente limpios.
Palizas y abusos sexuales
Según el relato de la Fiscalía y de la acusación, el matrimonio impuso un régimen de terror. Encerraban a los niños –cinco niñas y tres niños de entre 4 y 14 años en el momento de la detención– en el sótano, a veces atados con cinta aislante a la escalera. Utilizaban el hambre y el sueño como castigo, los dejaban solos en el patio tanto en invierno como en verano y les infligían palizas con rodillos, mazas, cuchillos, vasos o sacacorchos.
En una ocasión, el padre desnudó a dos hijos en la cocina y les golpeó mientras les gritaba que no sobrevivirían al día. A otro niño de cinco años lo tiró por las escaleras y tuvo que llevarlo al hospital donde él mismo trabajaba, para que nadie pudiera dar ningún aviso de alarma.
En el plano sexual, el padre obligaba presuntamente a las dos hijas mayores –de 13 y 12 años– a ver películas pornográficas y a realizar tocamientos a su propia madre con el supuesto objetivo de generarles aversión al sexo. La madre, según el escrito de acusación, siempre se puso del lado del marido, nunca ayudó a los niños, los amenazó de muerte para que guardaran silencio y llegó a llamar "garbanzo negro" a la hija que denunció.
Ambos progenitores siguen en libertad y conviven juntos
Pese a la gravedad de los hechos, Domingo y Mercedes están en libertad. Solo existía una orden de alejamiento del padre respecto a la esposa por violencia de género, pero ella misma la ha pedido levantar recientemente y vuelven a vivir juntos en el mismo domicilio.
El periodista especializado en sucesos, Alfonso Egea, explica la situación procesal en el programa de esRadio, En casa de Herrero: "Pese a que es uno de los relatos más duros que he escuchado, la instrucción del caso del médico es muy larga, pero va a ser más larga todavía. No sabemos cuándo van a juzgar a este señor. Por muchos 266 años que tú pidas, que quedan muy rimbombantes, pero te recuerdo que el cumplimiento máximo en este país es 20 años, y es muy difícil que se llegue a 20 años."
Sobre la madre y la estrategia de defensa que prepara, Egea insiste en que ha sido la mujer quien ha pedido "de manera voluntaria" la orden de alejamiento. "Hay una evidente relación enferma. Ambos son totalmente conscientes de lo que ha ocurrido, de lo que han hecho y de lo que ella ha permitido. Hablar aquí de mujer sometida, que es la estrategia de defensa que ella va a plantear, va a ser muy osado", asegura el periodista.
Los ocho menores, tutelados y protegidos
Los niños están bajo la tutela de la Comunidad de Madrid desde marzo de 2023. Han declarado en prueba preconstituida en sala Gesell, con lo que nunca tendrán que enfrentarse a sus padres en un juicio público. Reciben tratamiento psicológico y, aunque no todos viven en el mismo lugar por la amplia horquilla de edades, la Comunidad garantiza que mantienen contacto entre hermanos.
"Están perfectamente custodiados y tutelados por la Comunidad de Madrid. Lo más importante es que esos niños están sanos, están salvos y si Dios quiere, tendrán una vida feliz lejos de sus progenitores", afirma Alfonso Egea.
Sobre la implicación de la madre en las declaraciones de los menores, el periodista añade: "Las declaraciones de estos menores son meramente descriptivas. Ellos no emiten juicios de valor. Mamá hacía esto, papá hacía esto. Papá hacía esto, mamá miraba esto". Asimismo, el periodista valora que "es muy difícil entender cómo una madre permite durante tanto tiempo que a ocho hijos les ocurra eso y no dé la menor señal de auxilio a nadie".
Con los escritos de acusación ya presentados, el juez debe decidir ahora sobre la apertura de juicio oral. Según las previsiones, y si no hay dilaciones, el juicio podría celebrarse en menos de un año.

