
"Absolutamente decepcionante". Así es como el Ayuntamiento de Valencia ha tildado la reunión mantenida con el Ministerio de Transportes para analizar el soterramiento de las vías de Serrería. Junto con la Generalidad, las administraciones acabaron este jueves la ronda de reuniones sin llegar a acuerdo, en las que mantuvieron sus discrepancias sobre las diferentes alternativas para el proyecto, que alcanzaría un coste de casi 200 millones de euros. Por lo que, cuatro años después de que el Ministerio adjudicara la elaboración del estudio informativo, no hay una solución clara, "ni fechas ni financiación".
La secretaria general de Transporte Terrestre, Marta Serrano, se reunió este jueves con el concejal de Grandes Proyectos del Ayuntamiento de Valencia, José Mari Olano, y el secretario autonómico de Infraestructuras, José Vicente Dómine. En el encuentro, debatieron sobre las tres alternativas que contempla el estudio informativo que recoge diferentes equipamientos y longitudes para el túnel, y por tanto, distintos niveles de inversión.
Desde el Ayuntamiento apuestan por la tercera alternativa, que implica el soterramiento de mayor tramo, de más de 1,6 kilómetros, prologándolo hasta la autopista de El Saler. Propuesta en la que se mantendrán firmes, a menos que, según apunta Olano, técnicos independientes al Ministerio demuestren que es "técnicamente inviable".
El concejal reprocha la "discriminación" que la ciudad de Valencia sufre desde el Gobierno de Pedro Sánchez, que después de seis meses de espera para la reunión ha demostrado que "no tiene ni plazos, ni presupuesto, ni ganas de impulsar el soterramiento de las vías de Serrería" a pesar de la oferta de diez millones que el consistorio está dispuesto a adelantar del coste del proyecto.
Es por ello que el Ayuntamiento seguirá apostando por la viabilidad de la alternativa 3 hasta que se demuestre lo contrario por ser la más favorable para la ciudad, y solo aceptarían la alternativa 2 en el caso de que se demuestre su inviabilidad, "cosa que hoy no ocurre". El coste se cada una de ellas, según los informes facilitados hace ya más de seis meses, sería de 100 millones para la alternativa 1; de 150 millones para la alternativa 2; y de 200 millones para la alternativa 3.
Una "joroba" para la ciudad
Del mismo modo, Olano critica que el Gobierno se decante por la alternativa 1 que presenta una "integración blanda", es decir, sin soterramiento, y el presupuesto más barato. Esta actuación mantendría las vías en la superficie y la construcción de dos pasos superiores para la circulación de los coches. "Implica poner un sombrero a las vías y mantener la barrera ferroviaria, es absolutamente rechazable para el ayuntamiento porque supone mantener la cicatriz y hacerle una joroba a la ciudad", lamenta.
"Ellos lo llaman a esta alternativa una integración blanda, pero ni es blanda para la ciudad, porque es la que más duras consecuencias tiene, ni es una integración". Además, "implica también tener un gran montículo que en medio del jardín del Túria".
Del mismo modo, el concejal de Grandes Proyectos del Ayuntamiento de Valencia afea que el Gobierno juegue a "técnicas dilatorias" al "dejar caer en la reunión que de Serrería ya hablaremos en todo caso cuando esté acabado el canal de acceso y cuando esté bien avanzado el túnel pasante". "Obviamente ellos entienden que no es un objetivo prioritario, a diferencia de las actuaciones que sí están desarrollando en Bilbao o Barcelona".
