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Tres meses de la DANA: edificios en riesgo de derrumbe y comunidades sin bajantes

Es la Mañana de Federico ha hablado con varios vecinos sobre la situación de insalubridad que sufren en muchas zonas.

Reportajes en Es la Mañana: Las condiciones de habitabilidad y salubridad en Valencia 3 meses después de la DANA

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Es la Mañana de Federico ha hablado con varios vecinos sobre la situación de insalubridad que sufren en muchas zonas.
Garaje hundido en la calle Filiberto Rodrigo de Catarroja. | LD

Estamos en Catarroja. A 100 metros del barranco del Poyo, tiemblan los cimientos. Hace ya tres meses que 40 casas están en riesgo de derrumbe y, es posible que esta semana acabe su agonía … Y empiece la de sus propietarios.

"Tenemos las casas monitorizadas desde hace semanas y no paran de moverse", explica Aarón a Es la Mañana de Federico. Su madre lleva toda la vida en esa casa. Es pensionista, dependiente y ahora, desahuciada a la fuerza por la Dana. Su hijo, Aarón, asegura que no quieren dinero, sólo difusión. Que se les oiga. Porque en todo este tiempo han comprobado que lo único efectivo es "poner la cara roja" a los políticos. "Bastante nos ha ayudado ya la sociedad civil, no las administraciones porque aquí la única ayuda que ha llegado es la de Amancio Ortega".

A algunos vecinos todavía les queda hipoteca por pagar y, como explica Aarón, "sólo la demolición son 120.000 euros". Un dinero que tienen que adelantar los vecinos de su bolsillo porque las ayudas siguen sin llegar. De ese monto, 60.000 corresponden a tasas de medioambiente. El Ayuntamiento de Catarroja se niega a firmar un escrito a estos vecinos condonando estos impuestos así que, como se trata de una propiedad horizontal, los 40 propietarios tendrán que hacer frente a los gastos de demolición (arquitectos, peritos, desescombro …) a partes iguales, lo que está generando verdaderas fricciones. Hasta el punto de que están teniendo que contratar abogados para poder lidiar con esta situación. "A veces desearía que las casas se derrumbaran solas y ahorrarnos todos estos problemas", lamenta Aarón.

Lo mismo está ocurriendo a pocos kilómetros de allí, en la calle Filiberto Rodrigo. La urbanización de Sara, un enclave idílico con jardines, piscina, parques, ha quedado reducida a un barrizal con una estructura apuntalada de la que han tenido que ser desalojados con su bebé y su hijo de 5 años hasta en dos ocasiones. Los garajes se han hundido y la derrama a la que hacer frente está generando verdaderas tensiones.

"Hay gente que no puede pagar una derrama -la suya es de 3.000 euros- porque necesita ese dinero para comer y tan entendible es esto como el que necesita tener un ascensor en funcionamiento porque tiene un bebé o una persona dependiente", explica Sara.

Sin bajantes, sin contenedores y cementerios de coches sin descontaminar

El caso de Sara tiene relación directa con la otra cuestión grave que todavía colea de esta DANA: La salubridad. Hasta hace sólo unas semanas, se han visto obligados a utilizar unos WC portátiles instalados frente a su portal. "Esto es inviable cuando tienes en casa a una persona de 93 años", o niños pequeños.

Las aguas fecales aún se mezclan en algunas zonas con las basuras porque, como explica Meri, "no hay contenedores". Tanto ella como sus vecinos hicieron frente a la limpieza de sus garajes y trasteros sin tener un lugar habilitado para tirar la basura. "Le preguntaba a la UME dónde tirarlo y me decían que no había contenedores. Pues los compráis. Así está todo, lleno de mierda por donde pasas. Parece que el Ayuntamiento ahora acaba de comprar algún contenedor pero tenía que haberlo hecho el tercer día".

Meri recuerda cómo los primeros días, cuando buscaba con su hermano el cuerpo de su padre, les impedían el acceso a ciertas zonas porque "contaminaban el suelo". Para ella, toda una paradoja, cuando estaba viendo a los animales muertos amontonados en las calles: "Un caballo por la mitad, ovejas … y durante semanas, nadie se los llevaba"

En algunas zonas han habilitado vertederos en los descampados que, junto a los cementerios de vehículos que continúan sin retirar, obligan a los vecinos a caminar por las calles con mascarilla. Hablamos de columnas de coches amontonados que acumulan polvo de lodo tóxico que se traslada en el aire y que aún tienen las baterías, los aceites y el combustible. "Por eso hay incendios cada dos días", recuerda Aarón.

Esos coches, se han estado prensando y enterrando con todos estos tóxicos en el centro de las ciudades. El Ayuntamiento de Catarroja había autorizado a una empresa a achatarrar y apilar esos coches sin descontaminar e Interior tuvo que intervenir para paralizarlo después de que se quejaran los chatarreros. Esto ha pasado. Además del riesgo que esto suponía, estaba provocando que mucha gente no pudiera localizar su coche y se haya quedado sin la indemnización.

El Consorcio: un contestador automático

Y con esta situación siguen esperando al perito del Consorcio. "He llamado 67 veces para que me respondan una", se queja Sara, en cuyo edificio aún no ha pasado el perito a evaluar la rehabilitación completa que van a tener que afrontar. Sandra, sigue esperando la visita del profesional después de que desde el Consorcio evaluaran los daños de su vivienda "por videollamada"

Mientras esto se resuelve, Sara y su familia se han visto obligados a mudarse temporalmente a otro municipio donde han escolarizado a sus hijos para el resto del curso. "De momento, no vamos a volver porque ni siquiera sabemos cuándo van a empezar a rehabilitar nuestro edificio".

Dudas vitales sin respuesta porque, al otro lado, el único interlocutor es el contestador automático del Consorcio.

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