
El cigarrillo electrónico o ecig, del cual son consumidores cerca de 800.000 personas en nuestro país, no cesa de estar de actualidad. En esta ocasión, destaca el sondeo realizado por la Asociación Nacional Españala de Vapeadores (ANEV) a 411 personas, en donde se pregunta a la ciudadanía acerca de su percepción sobre el cigarrillo electrónico, su utilidad para dejar de fumar o sobre su valoración acerca del tratamiento mediático que está recibiendo esta nueva industria.
En concreto, el 87,5% de los ciudadanos consultados defiende el ecig como un buen método alternativo para los fumadores y un 84% del censo tiene la percepción de que el cigarrillo electrónico es menos nocivo que el tabaco.
El 81% del censo considera que se está produciendo una desmesura informativa contra el ecig por parte de los colectivos médicos, primando los intereses de las farmacéuticas, según el 64%, ante el temor de que sus productos para dejar de fumar pierdan cuota de mercado.
Asimismo, el 91% de los consultados cree que debería abrirse un debate sobre por qué los mismos facultativos españoles que están recurriendo desde hace años a la prescripción de medicamentos con posibles efectos secundarios para ayudar a los fumadores a dejar de fumar no valoren el papel que puede jugar el cigarrillo electrónico como alternativa al tabaco.
Por su parte, el presidente de ANEV, Pedro Cátedra, critica las reacciones de determinadas asociaciones médicas en España contra el uso del cigarrillo electrónico, pese al apoyo que esta alternativa al tabaco está encontrando entre prestigiosos facultativos de otros países.
"El cigarrillo electrónico no es un medicamento para dejar de fumar, pero sí una alternativa claramente menos nociva que el tabaco e infinitamente menos peligrosa que determinados medicamentos que se están recetando en España", asegura. Además, desde ANEV concluyen que el movimiento en contra del e-cig no es respaldado en base a ninguna justificación científica.
