Una vez confirmada, por fin, la salida de Michael Laudrup, el Mallorca ya busca sustituto. La idea es que llegue para el fin de semana –aunque el sábado en Pamplona será Nadal quien se siente en el banquillo- y, aprovechando el parón liguero por los compromisos nacionales, tenga quince días para familiarizarse con el equipo.
La primera opción de Serra Ferrer no es otra que la de Luis Aragonés. De hecho, el club ya ha contactado este mismo jueves con el madrileño, que al parecer –según apunta la prensa mallorquina- estaría encantado con la idea. Los motivos no le faltan: a sus 73 años vería realizado su deseo de regresar a la Liga, el Mallorca es un club que le otorgaría, en principio, tranquilidad y calma a la hora de trabajar, y al que ya conoce a la perfección después de pasar dos etapas dirigiendo al conjunto bermellón, y tanto el técnico como, sobre todo, su mujer, estarían encantados con la idea de volver a vivir a la isla, de la que siempre se han declarado unos enamorados.
También el club tiene motivos de sobra para confiar en Aragonés. Sus anteriores campañas fueron maravillosas; de hecho, en el 2001 logró la mejor clasificación histórica del equipo, al que dejó tercero y, por tanto, lo clasificó para la Champions. Por ello, sería recibido como un ídolo en la isla.
Además, conoce a la gente de la casa, a Nadal, segundo entrenador, a Soler, entrenador del filial, y tiene una magnífica relación con Serra Ferrer, y sería una de las opciones más económicas, un detalle muy a tener en cuenta dada la situación del Mallorca.
Por todo ello, el campeón de Europa con la selección española se perfila como el sustituto perfecto de Michael Laudrup, perfecto porque el Mallorca ganaría un gran entrenador, y porque el fútbol español recuperaría a uno de sus símbolos.