Seguro que Sandro Rosell guarda un grato recuerdo del rival con el que su club se verá las caras en la Copa del Rey. No en vano, el presidente del Barcelona jugó con 19 años en el Hospitalet, se enfrentó al Barça e, incluso, metió un gol. Su equipo perdió, eso sí.
El diario Marca ha entrevistado al entrenador del Hospitalet por aquellas fechas, Francesc Ricart, que guarda muy fresco el recuerdo de aquel chico que soñaba con ser alguien en la vida.
"Tenía mucha personalidad y ya por entonces sabía lo que quería. Era un poco hijo de papá, si se me permite la expresión. Era joven, rico, guapo, fuerte, listo, pero también disciplinado. Llegaba a tiempo a los entrenamientos", recuerda Ricart.
El técnico indica que para Rosell siempre hubo otras prioridades ante que el fútbol, deporte que utilizaba para evadirse. "El padre de Sandro me pidió que le asesorara. Era un buen estudiante. Venía de una familia con pedigrí y su objetivo era otro, era formarse en el campo económico. El deporte de alta competición tiene muchas exigencias y para él era más una válvula de escape".
Sin embargo, el entrenador cree que el actual presidente del Barcelona podría haber sido deportista de élite: "Tenía condiciones. Podría haber llegado. Era rápido, potente, tenía el centro de gravedad bajo y un disparo poderoso. Podría haber llegado, pero le faltaba la predisposición que da la necesidad para seguir evolucionando", relata Ricart.
El exentrenador del Hospitalet es padre del fisioterapeuta del Barcelona, Emili, íntimo amigo de Guardiola y padrino del hijo mayor del técnico culé. Incluso le acompañó a Qatar.