La danesa Caroline Wozniacki se atrevió con unos pasos de baile al ritmo de Danza Kuduro, la canción de Don Omar que ha sido uno de los grandes éxitos este verano, y hasta se atrevió a agarrar unos pompones y hacer durante unos segundos de animadora.
La danesa estaba desatada y eufórica a cada interrupción del juego en su partido de exhibición ante la eslovaca Daminika Cibulkova. Con la intención de entretener al público presente, Caroline no dudó ni un instante en posar, dirigir el partido desde la silla del árbitro, sentarse sobre la red o ponerse una toalla a modo de implante en sus senos.