La prensa italiana había hecho todo tipo de conjeturas sobre el duelo de leyendas entre Francesco Totti y Alessandro Del Piero que se esperaba ver en el Olímpico, pero el entrenador de la Juventus, Antonio Conte, frustró los cálculos. "Último duelo en el Olímpico", había titulado La Gazzetta dello Sport sobre la confrontación entre dos de las grandes estrellas de la historia del Calcio, ambas en el último tramo de su extraordinaria carrera deportiva.
Totti, de 35 años, y Del Piero, de 37, los dos con el número 10 en la camiseta, un número que en fútbol equivale a decir clase, técnica depurada, liderazgo, goles mágicos y aportaciones decisivas en partidos trascendentales. Luis Enrique no tuvo duda alguna y colocó a Totti al frente de la Roma, en un partido en el que se jugaba buena parte de su credibilidad como entrenador, según Efe. Necesitaba a su estrella para medirse a un rival que llegaba al Olímpico imbatido después de 13 partidos.
Conte no las tenía todas con Del Piero y lo dejó en el banquillo. Adiós al que hubiera sido el décimo duelo entre estas dos figuras, saldados hasta ese momento con tres victorias del juventino, dos del romanista y cuatro empates. Fuera de la rivalidad en el campo, Totti y Del Piero mantienen una estrecha amistad, pese a que en la selección han peleado más de una vez por el puesto de titular en un combinado donde, por razón del sistema de juego, siempre fue difícil verlos juntos.
¿Por qué era el último duelo en el Olímpico en la Liga? Porque la vecchia signora ya ha anunciado que Del Piero no seguirá en sus filas una vez finalizada esta temporada. Su futuro futbolístico se dirige, al parecer, a Inglaterra, Estados Unidos o Arabia Saudí.
La situación del 10 de la Roma es distinta, ya que tiene contrato hasta 2014, aunque para La Gazzetta ambos representan una época del fútbol que se está cerrando, dado que "el fútbol del Tercer Milenio ya no tiene espacio para símbolos" como ellos, en referencia a jugadores que han desempeñado los mejores años de su carrera en un solo equipo.
Curiosamente, debutaron el mismo año en Primera con sus respectivos conjuntos, en 1993. Totti lo hizo el 28 de marzo y Del Piero el 12 de septiembre. Ambos llegaron al duelo del pasado lunes en el Olímpico sin haber anotado. Con el de la Juve en el banquillo todo el partido, el de la Roma pudo ser el gran protagonista, pero desaprovechó un penalti que hubiera colgado en el marcador el 2-1.
El problema es que enfrente tenía en la portería de la Juventus a otro de los grandes del fútbol italiano de la última década, Gigi Buffon, de 33 años. Era el minuto 62, justo uno después del empate de la Juve, obra de Giorgio Chiellini, que aprovechó un remate fallido del paraguayo Marcelo Estigarribia para igualar el tanto inicial de Daniele De Rossi a los seis minutos de juego.
Buffon paró el penalti lanzado por el capitán de la Roma, máximo goleador en activo de la liga (lleva 207). Al final, empate a un gol. "Está bien un punto en Roma después de haber estado en desventaja y haber sufrido un penalti en contra", dijo el portero, clave en el Olímpico para que la vecchia signora conserve el liderato imbatida.
El calcio se perdió el último duelo en el Olímpico: Totti-Del Piero. Dos magos del balón que dejaron la azzurra hace unos años, ya no estuvieron en Sudáfrica 2010, pero que pasaron a la historia de la grandeza del fútbol italiano en Alemania 2006. Dos símbolos, dos banderas, de una época que se termina sin que se vislumbren herederos de una forma de entender y hacer el fútbol.