Trece títulos de campeón de Europa, ocho el Real Madrid (64, 65, 67, 68, 74, 78, 80 y 95) y cinco el Maccabi (77, 81, 01, 04 y 05) les contemplan, aunque también es verdad que ya hace tiempo, más en el caso de los españoles, que no levantan el título continental.
La trayectoria de ambos en los últimos años también es distinta, porque el Madrid quiere renacer de sus cenizas, mientras que el Maccabi parece languidecer, aunque los dos llegan a este decisivo partido empatados a tres victorias y con el mismo objetivo. Pasar como primeros en "el grupo de la muerte". "Ya alcanzamos nuestro primer objetivo en el 'Top 16', que era llegar a la eliminatoria de cuartos de final y ahora vamos a por el segundo, acabar como campeones", declaró el entrenador del Real Madrid Ettore Messina en la página de la Euroliga.
"Para conseguirlo tendremos que ganar a un equipo completo y muy atlético. Será un duelo en el que tendremos que tener paciencia, ya que será difícil, para cualquiera de los equipos, tener grandes ventajas, por lo que espero un final apretado. Las claves serán, como siempre, una fuerte defensa y tener el control de los rebotes", añadió Messina, que podrá contar con todos sus efectivos.
Travis Hansen, escolta estadounidense con pasaporte ruso del Real Madrid, también habló de la importancia de la victoria. "El Maccabi es un gran equipo que está mostrando una gran capacidad competitiva, algo que no nos sorprende en absoluto. Tenemos una gran oportunidad de acabar primeros y debemos aprovecharla, porque jugar los cuartos de final con el factor campo a favor es muy importante", explicaba. "Además jugamos en casa y debemos aprovechar el empuje de nuestra afición para derrotar a un equipo que va a darlo todo en la pista", añadió Hansen.
El Barça necesita la victoria ante el Partizan
Por su parte, el Regal Barcelona precisa una victoria en el encuentro de este jueves (20.45 horas) contra el Partizan de Belgrado para asegurarse la primera plaza del grupo y el factor cancha favorable en los cuartos de final de la Euroliga. Los de Xavi Pascual lo tienen todo a su favor para garantizarse el liderato final en un partido a vida o muerte. Un triunfo local les daría la posibilidad de jugar el hipotético desempate en la serie de cuartos en casa, mientras que los serbios incluso podrían quedar fuera del 'play off' en caso de derrota.Hasta la fecha, el Barça ha completado una modélica fase de octavos de final. Ha ganado cuatro de los cinco partidos jugados y la única derrota se produjo en Belgrado, en un ambiente muy hostil, y después de una polémica decisión arbitral final que supuso la presentación de un recurso por parte del Barça ante la Euroliga. Esa derrota es la única espina clavada que tiene el equipo de Xavi Pascual en la presente edición de la competición, puesto que ha ganado el resto de partidos disputados.
El encuentro reúne todos los alicientes. Se prevé fundamental la lucha en el juego interior. Los serbios disponen de jugadores de gran calidad, como Aleks Maric, Lawrence Roberts, el versátil Jan Vesely o el gigante Slavko Vranes; aunque la artillería interior de los azulgrana es superior, máxime si Pascual ha recuperado a Boniface N'Dong. Con Fran Vázquez, Erazem Lorbek y Terence Morris, además de N'Dong, el Barça debería dominar el juego en la pintura y también su línea exterior es superior. Como en el partido de la primera vuelta, el Partizan intentará desquiciar a Juan Carlos Navarro, que sufrió una dura defensa ante la permisividad arbitral.
El Barça lo tiene todo a su favor. Encadena nueve victorias consecutivas en el Palau Blaugrana, es la mejor defensa del campeonato (63.8 por encuentro) y se ha mostrado intratable en casa. Los serbios se la juegan: si pierden, dependiendo del resultado entre el Panathinaikos y el Maroussi, los otros dos componentes del grupo, incluso podrían quedar fuera de los 'play offs' de cuartos de final.